Claudia Cooper: El ciclo del consumo

Desde el inicio del último ciclo expansivo de la economía peruana, que comenzó en el 2003, la participación de la inversión (privada y pública)emprendió una tendencia creciente hasta llegar a representar más del 60% del crecimiento del PBI al empezar el 2013. Desde entonces, esta participación revirtió su tendencia hasta adquirir un valor negativo en el crecimiento del producto.

El comportamiento del consumo privado y público, por otro lado, también aumentó su participación durante el decenio 2003-2013, pasando de representar 35% del crecimiento a casi doblar su participación. Empero, desde inicios del 2013 las trayectorias del consumo y la inversión se bifurcan y el consumo disparó su participación en el producto.

En tanto, la tendencia mostrada por la composición también trae características que vale la pena notar. A la caída del sector inmobiliario, se suma la contracción en el consumo de bienes durables, mientras que el consumo no durable (retail, entretenimiento, restaurantes, cuidado personal, entre otros) aumentó su participación en el crecimiento. Un vistazo a la estructura de las importaciones permite validar la hipótesis de que la inversión al interior de las familias viene perdiendo peso. Así, mientras que la participación de bienes de consumo fue el único rubro importador que se expandió el último año y aumentó su participación en el total de importaciones de 18% a casi 23% del total, la importación de bienes durables se ha contraído a cerca del 2%.

Las últimas medidas aprobadas por el MEF apuntarían a sostener y acelerar este patrón de crecimiento, lo que resultaría eficiente para revertir el pesimismo que rodea las cifras desaceleradas del PBI. Empero, para sostener el crecimiento más allá del impulso fiscal, se requiere reactivar la confianza en el gasto de largo plazo y en la inversión. Las intenciones del premier de acelerar el destrabe de proyectos de inversión deberían apuntar a esto último.