La prohibición general del oficio de limpiaparabrisas es una tragedia para muchas personas que de esa manera se ganan unas monedas cada día. Por supuesto, es necesario controlar a los delincuentes que se disfrazan de limpiaparabrisas, así como a los que se disfrazan de taxistas o de congresistas, pero eso no supone eliminar de raíz profesiones. Especialmente, hay que atender a la vulnerabilidad de aquellos oficios que se dan en la calle, puesto que suelen ser, en muchos casos, la última alternativa para quien los ejecuta. ¿O crees que es por voluntad que adolescentes o muchachos jóvenes se dedican a limpiar las ventanas de los autos por un sol miserable?