Moto mata, mata moto
Moto mata, mata moto

En estos días se generó una polémica por el anuncio del alcalde de Miraflores de la prohibición de que en las motos viajen dos personas al mismo tiempo. Esto fue motivado por los casos en los que se usa la moto como vehículo de escape para la comisión de delitos como robos y asesinatos. Miraflores ha sido escenario, varias veces, de esta modalidad delictiva y su alcalde tomó esta decisión en su interés por proteger a sus vecinos.

¿Será efectiva esta prohibición? ¿Reducirá la delincuencia? ¿Es constitucional? Son algunas de las preguntas que se han estado haciendo. Sin embargo, más allá de la escasez de pruebas que confirmen su efectividad, lo que ha pasado desapercibido ha sido que el real peligro de las motos no es que sean usadas para robar sino que son muy riesgosas ocasionando accidentes: hiriendo y matando a los propios conductores y a terceros.

Ese es el gran peligro de las motos, por lo que si se trata de regulación, bien se podría fiscalizar el cumplimiento de las reglas de tránsito y ser rigurosos sancionando a quienes deciden treparse a la vereda, meterse entre los autos y cruzarse la luz roja. Sí, por supuesto, lo mismo debe exigirse al resto de conductores. Pero hay que tener en cuenta que la flexibilidad de la moto invita a los conductores a maniobrar temerariamente y la vulnerabilidad a la que se encuentra expuesto quien la conduce se incrementa al ir a alta velocidad. Más aún, la proliferación de motos gracias a los servicios de delivery aumenta la probabilidad de toparse con un motociclista infractor. Levante la mano quien no se ha cruzado con una moto que quiere ganarle al tráfico.

A modo de ejemplo, los operadores de la Vía de Evitamiento han registrado que, durante 2017 y 2018, las motos estuvieron involucradas en el 45% de los accidentes que ocurrieron en esa vía. Esta es una autopista en la cual la circulación de las motos bien podría estar restringida. Este tipo de medidas no es extraña, pues otras vías de alta velocidad también excluyen a los motociclistas. Naturalmente, no todos los que manejan una moto rompen las reglas de tránsito, pero es apropiado, además de fiscalizarlos, protegerlos. Precisamente para que ellos no mueran en las pistas. Todavía recuerdo lo triste que se puso mi papá cuando un amigo suyo acabó hospitalizado luego de que sufriera un accidente mientras manejaba su moto.

Por supuesto es ineludible impulsar una política de mejora de infraestructura vial que podría salvar muchas vidas. Mientras tanto, parece que se seguirá impulsando el mata moto pues moto mata, aunque por las razones equivocadas.