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Carlos Tapia: Keiko y Acuña
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Es verdad que faltan 78 días para las elecciones (primera vuelta) y, como la experiencia nos enseña, 'cualquier cosa puede pasar', más aún en un país donde si hay algo impredecible, además de lo que suceda con El Niño, son los resultados electorales. Y también lo que hará el próximo gobierno.
Keiko Fujimori, descontando los votos nulos y en blanco –como lo hará la ONPE en la noche del 10 de abril–, ahora contaría con un 38% de la votación. No es poca cosa, en las elecciones de 2006 y 2011 Ollanta Humala ganó la primera vuelta con poco más de 31%.
Atrás, muy atrás y de no variar dramáticamente la situación, se encontraría el pelotón conformado por Acuña, PPK y García (retrasado), que se disputan el pase a la segunda vuelta.
Sin querer pasar por adivino ni hacerles daño a otros, nos preguntamos: ¿qué sucedería con el escenario electoral si Acuña fuera el que acompañase a Keiko en una hipotética segunda vuelta? No sería raro que la alianza Apra-PPC decidiera –según su pragmatismo– llegar a un "acuerdo de gobierno", ahora sí de verdad, con el partido de Keiko.
A favor de esta hipótesis está la ojeriza de Alan contra quien derrotó al Apra en la tierra de Haya de la Torre (La Libertad). Pero, también, recordar que fue Alan –una vez elegido Ollanta Humala– el que le propuso un acuerdo para el indulto de Alberto Fujimori; asimismo, que en el año 2004, cuando Cipriani casó a Keiko, con saludo de su prófugo papá desde Japón, Lourdes Flores fue una de las especiales invitadas a la boda.
¿Y qué haría PPK? La cercanía con la propuesta económica de Keiko no bastaría para que su principal entorno se tragase el sapo de apoyarla, aunque fuese por la 'reactivación de la economía'. De Guzmán para abajo, salvo Gana Perú, Alejandro Toledo y algunos dizque izquierdistas que apoyarían a Acuña, una propuesta de votar en blanco no cambiaría nada. ¿Qué podría hacer Favre?
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