[Opinión] Camila Bozzo: Dualidad presidencial.
[Opinión] Camila Bozzo: Dualidad presidencial.

Ayer ante la OEA el presidente Castillo llamó a los empresarios a invertir en el Perú “sin desconfianza”, y afirmó que su gobierno no ha “venido a ahuyentar las inversiones”. Sin embargo, este discurso se contradice con sus acciones como gobernante: insiste en mantener a un gabinete sin idoneidad profesional ni moral, avala el copamiento del aparato estatal por personas cercanas a Perú Libre o su doctrina (como el Indecopi) y no deslinda de los proyectos controlistas de la bancada de gobierno (control de precios o regulación de medios) ni de los planes asambleístas de Cerrón y sus correligionarios. Mientras tanto, el tipo de cambio y la inflación suben, Moody´s nos rebaja la calificación crediticia y el BCR corrige su proyección de 2.5% a 0% para la inversión privada en el 2022.

Esa dualidad presidencial, esa ruptura entre retórica y acción, es atribuible a que el presidente está desbordado ante la vastedad del encargo. Al parecer sigue afincado en su concepción localista y gremial y no es capaz de tener una lectura nacional de la política ni de la gestión gubernamental. El reportaje de Christopher Acosta en Latina lo confirma: la participación del presidente en las sesiones del Consejo de Ministros es mínima y no ejerce ningún liderazgo sobre los ministros. El problema es que el vacío de liderazgo que ha dejado Castillo debiera ser asumido por un premier calificado para el encargo y no por un personaje como Bellido, sin idoneidad profesional ni moral, y que ante sus palpables limitaciones apela a subterfugios como el maltrato a periodistas y el abuso del quechua.

De seguir por el derrotero de la precariedad y la anarquía el gobierno no generará confianza para atraer inversiones, tal como pretende el presidente. Si no da una vuelta de tuerca, modifica el gabinete y deslinda explícitamente de la convocatoria a una Constituyente, ningún discurso, ni ante la OEA ni ante ningún organismo multilateral, generará confianza y, además, los efectos de una menesterosa gestión pública serán cada vez más notorios. Esperemos que los trascendidos sobre cambios en el gabinete se materialicen, por el bien del país.