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[Opinión] Mónica Delta: Buscando una república
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Durante 200 años seguimos buscando cómo consolidar una república, y hoy aquí estamos, a punto de elegir al siguiente gobernante entre dos candidatos que, en primera vuelta, en el mejor de los casos, solo el 20% de la población apoyó.
El contexto no puede ser peor. Con más de 170 mil muertos (Sinadef), haciendo inhumanos esfuerzos por salir de una pandemia que nos ha mostrado desnudos frente al desarrollo, débiles institucionalmente y expuestos políticamente a “predicadores” que basan su conexión con el ciudadano con puro populismo y buscando atajos que apelan a las emociones de millones de peruanos desesperados por cambios de fondo.
Escuchaba a una representante guatemalteca afirmando que ya Sócrates y Aristóteles, los grandes filósofos griegos, vieron los efectos de la DEMOCRACIA, basada en la vida, la libertad y la propiedad privada, como sistema en el que se podía “colar” el virus de la demagogia basado en echarles la culpa de tus males a los otros para aglutinar una expresión mayor a favor de unos y en detrimento de otros. “Tú estás mal porque hay otros que están bien” funciona siempre como mensaje populista, porque no se basa en la lógica ni la razón, sino en la rabia que produce la sensación de postergación por mala ejecución de políticas públicas y harta corrupción; no por fallas de un sistema, un modelo republicano basado en las libertades individuales, económicas y creencias personales, sino por politicastros que usan las coyunturas de mayor necesidad para alcanzar el poder a toda costa.
Lo que debemos perseguir son cambios reales, posibles, para pasar de una eterna república en construcción a una sociedad que busque que todos estemos mejor. Una división entre “malos ricos y buenos pobres” nos lleva a engaños y autoritarismos conocidos. Esta debería ser la motivación para ir de una república en construcción al ejercicio de ciudadanos con deberes y derechos en igualdad, con respeto a mayorías y minorías, que proscriben a los “falsos profetas” que ofrecen con verbo inflamado y varitas mágicas solucionar problemas acumulados de dos centurias, con recetas fracasadas.
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