" Si algo le faltaba al mote de la bancada de los ‘Niños’ de Acción Popular era el de ‘mochasueldos’".
" Si algo le faltaba al mote de la bancada de los ‘Niños’ de Acción Popular era el de ‘mochasueldos’".

Si algo le faltaba al mote de la bancada de los ‘Niños’ de Acción Popular era el de ‘mochasueldos’. Ayer se sumó un tercer integrante de dicho grupo de trabajo a ese deshonroso y cuasidelincuencial club de padres de la patria que se quedan con una parte de los sueldos de sus empleados.

Se trata esta vez de Jorge Flores Ancachi, a quien –gracias a un reportaje del programa Cuarto poder– se le escucha exigir y presionar a sus trabajadores para que le entreguen un porcentaje de sus sueldos y de los bonos que recibían. Recordemos que no hace mucho a este mismo personaje se le bajó enmarrocado del avión cuando se disponía a viajar a China, pues sobre él pesaba una acusación de presunto peculado doloso, que le impedía abandonar territorio nacional.

Sin embargo, días después de haber sido puesto en libertad, al haber logrado el cese de su condición de reo contumaz, volvió a embarcarse rumbo a Shanghái, donde asistiría, junto con otros otorongos, a una “feria tecnológica” (¿?).

Es decir, estamos ante otro posible malhechor de cuello y corbata operando desde una curul en el hemiciclo de la Plaza Bolívar y, para variar, miembro de la bancada de un partido ya irreconocible de aquel que, en 1956, fundó Fernando Belaunde Terry.

Lo de Acción Popular ya no se puede describir como crisis ni como una suma de incidentes aislados. Este histórico partido parece inmerso en un acelerado proceso de descomposición que está barriendo con el legado de quienes fueron sus fundadores y figuras epónimas.

Flores Ancachi llega a afirmar incluso que la propia congresista María del Carmen Alva –quien negó por completo la especie– estaba al tanto de la extorsión al personal que tenía a su cargo. Lo peor es que a estas alturas, con tanto desaguisado y con el cúmulo de denuncias que arrastra la bancada acciopopulista, no serán pocos los ciudadanos que simplemente den por ciertas las palabras que se oyen en el audio. Con un Parlamento tan desprestigiado como el actual, cualquier honradez resulta ya dudosa.

Ese indeseable efecto dominó, desatado por los ‘Niños’ que se coludieron con el gobierno de Pedro Castillo para sacar provecho de los dineros públicos, mancha nuevamente no solo a esa bancada, sino a un Poder Legislativo que no deja de caer cada vez más bajo.