PUBLICIDAD
Antiglobalistas y Escazú
Imagen
Fecha Actualización
Quiero creer que la élite empresarial peruana está más abierta a la modernidad, pero al leer que la presidenta de la Confiep le solicita al Congreso no aprobar el Acuerdo de Escazú, confirmo que aún están muy lejos de dar ese paso. Señala que su ratificación llevaría a una pérdida de nuestra soberanía y dilataría el emprendimiento del país, algo que, como ya he comentado, no tiene sustento. Es el mismo discurso que otras voces similares vienen repitiendo: un psicosocial creado por quienes no ven posible que la inversión, el crecimiento económico y la generación de empleo puedan darse con respeto socioambiental.
Esta declaración me hace acordar al discurso que ciertos agremiados a la Confiep tuvieron el 2005, cuando la Conam, la semilla del Minam, impulsó la Ley General del Ambiente, una norma que terminó siendo trascendental para el país y que no frenó la década posterior de crecimiento económico. Quince años después, los temores son los mismos. Esta vez, sin embargo, además de un credo reaccionario, ha surgido un discurso antiglobalista que bordea la diatriba nacionalista: la derecha corporativa está pidiendo que nos desembarquemos de un esfuerzo regional que aboga por el crecimiento sostenible.
Por si las dudas, el Acuerdo de Escazú no cede ni un metro de la Amazonía ni de ninguna parte del territorio nacional. Además, con el acuerdo no se pierde soberanía ni se crea ninguna nueva jurisdicción. Es menos invasivo que un TLC. Tampoco regula las actividades extractivas. El Acuerdo de Escazú señala literalmente que el acceso a la justicia en asuntos ambientales se da respetando la legislación nacional. Por eso, la pregunta va para el Congreso: ¿en qué fecha y hora será la sesión para ratificar este acuerdo?
La de taquito: no estoy participando en esta campaña electoral ni soy parte de ningún equipo técnico ni apoyo a algún candidato. Suerte a los que sí.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD