En palabras del crítico literario Luis Alberto Sánchez, Ventura García Calderón “fue como un escritor parisiense amamantado por leche peruana, pero vertido expresivamente al francés”. Esta no era una caricaturización del escritor y diplomático peruano, sino un reconocimiento de la identidad cultural mixta que tuvo este intelectual perteneciente a la generación del 900. Una dualidad que maximizó sus dotes como extraordinario narrador y elegante poeta.