El texto que leerá a continuación me conmovió y me hizo ver como ridículas mis preocupaciones personales por tener que mudarme de casa. Observar sin egoísmo lo que ocurre en torno nuestro es una lección permanente para relativizar nuestros pequeños contratiempos y una invitación, casi una señal, para asumir una postura más solidaria frente a nuestros semejantes.