Por quinto día, las calles del Cercado de Lima amanecieron ayer invadidas de residuos sólidos, que ponen en riesgo sanitario a miles de ciudadanos, luego de que la administración de Rafael López Aliaga finalizara, el 30 de mayo, el contrato para el recojo de basura con una empresa privada, que incluyó el despido de 800 trabajadores de limpieza pública.