Una luz para las artes escénicas, el sector más golpeado por la pandemia

Para los espectáculos en espacios cerrados se permitirá un aforo del 40%, mientras que si se realizan al aire libre el aforo permitido será del 60%. Además, se alentará la venta de entradas sin contacto para reducir el riesgo de contagio de COVID-19.

Entre las principales regulaciones, se señala que, los asistentes estarán obligados a usar correctamente las mascarillas durante las funciones, las cuales deberán contar con una duración máxima de 90 minutos, en el caso de los espacios cerrados. Además, estará prohibido el consumo de alimentos y alcohol.

Para David Carrillo, director de Yestoquelotro Estudio Teatro, los requisitos que se piden son bastante sensatos y proporcionales al estilo de las salas, al aforo y la producción, tanto para los espacios tradicionales como para los no tradicionales.

Sin embargo, señala que su sector tomará con prudencia la reactivación. “No es que salieron los protocolos e inmediatamente abriremos, vamos a ir poco a poco, depende de lo que vaya pasando. Las obras de teatro se irán estrenando durante el primer trimestre del año, no antes. Por ejemplo, en mi caso, no estrenaré hasta marzo o abril.”, dice Carrillo a Perú 21.

¿Y los aforos? “Lo que se viene es un aforo mixto, como trabajaremos con el 40%, el 60% restante será con público que se conecte desde su casa, a través del streaming, lo cual nos permite llegar a la gente de provincias, peruanos fuera del país y extranjeros. La conexión virtual con el público no la soltaremos”, subraya el productor y director de teatro.

El 31 de diciembre del 2020, el MINCUL realizó el depósito de la subvención para las artes escénicas, de la cual Carrillo es beneficiario. “Nos brindan seis meses de subvención, para que durante este tiempo se logre sortear el vendaval. Yo he seguido pagando durante diez meses el alquiler del espacio que no uso. He invertido diez meses, para tener el beneficio de seis meses, ya de por sí la matemática no cuadra. Estamos luchando por la ampliación de este fondo. No hemos sentido la emergencia de la ayuda”.

“Hemos sido el sector más prudente y empático desde la llegada del COVID-19. Hemos sido prudentes. Hemos subido mucho contenido gratuito para ayudar a la gente a afrontar la etapa más dura del encierro. Y así seguirá siendo si llega una segunda ola”, finaliza.

En tanto, Jorge Fernández, promotor de eventos y profesor de la carrera de Música de la UPC, señala que todos los actores de la cadena de valor de los eventos (artistas, promotores, productores) van a tener que ponerse de acuerdo en que no pueden cobrar lo mismo que cobraban en 2019. “Hay que tener en cuenta que parte de la población económicamente activa de este país ha visto reducidos sus ingresos, entonces no van a poder pagar lo mismo por una entrada”.

Fernández destaca la importancia del modelo híbrido, pero es consciente que no se puede cobrar lo mismo cuando la experiencia es virtual. “Nos permite aprender a consumir de una manera diferente el arte. Es importante tener claro que esto no sustituye a la experiencia presencial, es difícil transmitir la misma energía a través de una pantalla. Sin embargo, en el futuro se darán más este tipo de eventos, se le dará un valor agregado al público basado en esta experiencia virtual”.

Fernández comenta que LIVE NATION, la productora de conciertos más importante del mundo, señaló que las cifras de ganancia que manejaban los artistas no se van a repetir durante un buen tiempo. “[En el Perú recién a partir del segundo semestre podría ser que se realicen los eventos que fueron reprogramados por la pandemia. Hay incertidumbre porque aún no llega la vacuna. La industria no va a renacer de un día para otro. Varios locales ya han cerrado en otros países y no volverán a abrir sus puertas”.

De acuerdo con un informe de junio del Movimiento de Grupos de Teatro Independiente en el Perú (MGTIP), 8.000 funciones de teatro fueron suspendidas, sin contar talleres y demás desde marzo.

La Red de Salas y Espacios Alternativos del Perú reportó que, de las 140 salas y espacios culturales en el país, cerraron 21 en el mismo período.

De marzo a junio, 50 conciertos (de todo tamaño) han sido afectados, casi todos pasaron para el primer cuatrimestre del 202, según el Sector de Espectáculos Artísticos, Culturales y Afines (ARENA) de la Cámara de Comercio de Lima.