¡No solo en el Perú! Dos alcaldes de Bogotá se atribuyeron doctorados inexistentes

Dos de los políticos más conocidos de Colombia, el alcalde Enrique Peñalosa y su antecesor Gustavo Petro, se atribuyeron doctorados en universidades extranjeras para tratar de impresionar a los electores.

Tanto Enrique Peñalosa como Gustavo Petro, alcalde y ex alcalde de la ciudad de Bogotá, respectivamente, ocultaron o silenciaron que no tenían el 'Doctorado' que incluían en sus hojas de vida, según publicó el diario El Espectador.

Se da la paradoja de que ambos, Peñalosa y Petro, son enemigos políticos y sus títulos académicos se han convertido en un arma arrojadiza que se dirime en las redes sociales, ya que según fuentes judiciales consultadas por AP, el engaño no tiene consecuencias legales.

En la red social Twitter el asunto se convirtió en tendencia nacional cuando hace diez días una socióloga colombiana, Juana Afanador, quien cursa un doctorado en París, consultó con su universidad y confirmó que no sólo no existía el Doctorado en Administración Pública de Paris que se atribuía Peñalosa, sino que su nombre tampoco aparecía en los archivos de la universidad.

En distintas entrevistas nacionales e internacionales Peñalosa, conocido por su brillante curriculum como conferencista y experto en urbanismo fue presentado como Doctor. Como 'Doctor' Peñalosa también dio conferencias en las universidades de Duke, Berkeley Arizona donde fue presentado como un gran urbanista que había cambiado el rostro de la capital colombiana durante su primer mandato (1998-2000). Incluso durante su toma de posesión como alcalde el presentador del acto lo introdujo con un ambiguo "estudios en doctorado en Francia".

El actual alcalde de Bogotá ha respondido a través de un comunicado señalando que él personalmente nunca había dicho que tuviese un doctorado y mostró su hoja de vida oficial en la que no se hace mención al polémico título. Peñalosa atribuyó el hecho de que lo consideraran 'Doctor' en la página de Internet de la ciudad y durante su toma de posesión a "un error" de equipo de comunicación. Hasta hace pocos días, también en Wikipedia figuraba un 'doctorado' que desapareció de la web cuando se desató la polémica.

"Inventar títulos es una mala costumbre de la clase política colombiana da igual que sea de izquierdas, derecha o centro" explica a The Associated Press Juana Afanador quien está preparando su tesis doctoral después de cinco años de formación en Francia.

El exalcalde Gustavo Petro (2012-2015), quien cargó contra Peñalosa por este tema, recibió de su propia medicina cuando el viernes el periódico El Espectador publicó la hoja de vida del controvertido alcalde y descubrió que en varias ocasiones también atribuyó hasta tres títulos, un doctorado, una maestría y una especialización, en universidades nacionales y extranjeras, que nunca obtuvo. Según el periodista Melquisedec Torres, Petro nunca estudió en la Universidad de Salamanca y el doctorado en Lovaina es sólo un diplomado.

Petro se defendió diciendo que ninguna de las hojas de vida conocidas está escrita por él mismo y que siempre ha dicho que los estudios de doctorado "no están terminados". El periodista, sin embargo, comprobó como en un libro escrito por él sobre el Palacio de Justicia "aparece claramente como PhD (doctor) en Bélgica" explicó a AP. "En realidad lo que él estudió fue un diplomado que según él aplica como especialización en Colombia" señaló. "Si yo no termino los estudios de medicina no soy doctor y si no termino derecho tampoco puedo ser abogado" añadió.

Sobre la maestría, Petro explicó que no la terminó porque se peleó con un profesor porque no le gustó el tema que el docente quería que él tratara en la tesis. "Si no me gradúo no tengo acta de grado y por lo tanto no puedo decir que soy magíster", enfatizó Torres.

Aunque para algunos Petro ha sido más claro que Peñalosa al dar la cara en esta controversia académica, muchos creen que aunque no es ilegal lo que hicieron, sí habla muy mal de su clase política.

Se da la paradoja de que en Colombia, precisamente sus mandatarios no necesitan inflar sus títulos y varios presidentes, conocidos por su alto nivel intelectual, han pasado a la historia por haber escrito varios libros y gramáticas.

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