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Nueva York, de la ficción a la realidad [CRÓNICA]
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Fue el periodista John J. Fitz Gerald quien popularizó el sobrenombre más famoso para Nueva York. “Solo hay una gran manzana. Y esa es Nueva York”, escribió en un artículo periodístico a comienzos del siglo XX.
“La cultura parece simplemente estar en el aire, como una parte del clima”, mencionaría orgulloso el escritor Tom Wolfe. “I don’t like cities, but I like New York (no me gustan otras ciudades, pero me gusta NY)”, sentenciaría Madonna en su canción “I love New York”. “Si voy a morir, que sea en Manhattan”, lanzaría Pete Campbell, el frío ejecutivo de la serie Mad Men.
No son pocos los que consideran a esta ciudad, ubicada al extremo este de Estados Unidos, como la capital del mundo. “I want to wake up in that city. That doesn’t sleep (quiero despertarme en esa ciudad. Que no duerme)”, resuena en nuestra memoria. Es la voz de Frank Sinatra cantándole a su ciudad.
Hoy Nueva York –que normalmente recibe más de 60 millones de turistas al año– es el nuevo epicentro de la pandemia mundial del coronavirus. En todo el estado se han registrado más de 160 mil casos y los fallecidos ya sobrepasaron la cifra de 8,000. Un episodio doloroso.
EL SILENCIO
Leo Di Natale ya lleva 27 años viviendo en esta ciudad norteamericana. Su apartamento queda en la novena avenida, apenas a cuatro cuadras del Times Square y cuando se le pide que resuma el cambio que ha vivido Nueva York en estos últimos días da una respuesta rápida: “silencio”.
La ciudad de los avisos luminosos se ha quedado sin nadie que los vea. Broadway, Wall Street, el Bronx, Chinatown ya no tienen ruido. Si Godzilla o King Kong ingresarían a Nueva York, encontrarían calles vacías. Spiderman se pasearía por sus rascacielos sin impedimentos. Woody Allen no podría volver a grabar Manhattan.
Aunque no le gusta que la ciudad no tenga nada que decir, Leo Di Natale prefiere este silencio frente a otros sonidos más estremecedores: las sirenas de las ambulancias. Ella estuvo en Nueva York cuando ocurrieron los atentados del 11 de setiembre y cree que la pandemia ha superado esos límites. De hecho, se calcula que más de tres mil personas fallecieron a causa de aquel fatídico día.
NO ES FICCIÓN
Convertida en un ícono cultural, Nueva York también es el MoMA, el Central Park, el Times Square, el Empire State, Friends, Truman Capote, Paul Auster, El Padrino, Harlem, la Ópera de Nueva York, The Factory de Andy Warhol, la revista The New Yorker. La lista es interminable. La ciudad que hoy ha caído en desgracia ha sido el escenario perfecto para la ficción: batallas por salvar el planeta y epicentros de grandes romances.
“NY ha sido una gran influencia (bien o mal) para las generaciones más recientes. Desde la música hasta los patrones de comportamiento. De allí hemos recogido la figura de rock star, hemos consumido programas de cine, televisión, etc. Ha cambiado nuestra manera de relacionarnos con el mundo”, explica el escritor peruano Francisco Ángeles, quien radica en EE.UU. y ha viajado innumerables veces a esta ciudad en los últimos años.
John MacClane caminando por el barrio de Harlem con un cartel que reza: “Odio a los negros”. La escena pertenece a Duro de Matar 3, protagonizada por Bruce Willis. “Es una película que te da ganas de ir a la ciudad donde fue ambientada. Allí NY tiene una presencia muy fuerte”, dice Ángeles. Y no solo es Harlem, la locura en Wall Street también hace su aparición e incluso Willis, a bordo de un taxi, atraviesa el icónico Central Park.
Y si en las películas de Hollywood los estadounidenses siempre salvan al planeta, es casi un cliché que todo ocurra en su ciudad más importante. Día de la Independencia (1996) y El día después de mañana (2004) son algunos ejemplos. En Nueva York siempre está la solución.
NUEVOS ESCENARIOS
Pero en estos días en la real Nueva York no hay solución. ‘La gran manzana’ no vive una ficción y los números no mienten. El Gobierno ha pronosticado 60 mil fallecidos a causa del coronavirus, la mayoría en esta ciudad.
En estos días se hicieron públicas unas fotografías de fosas cavadas en Hart Island, una pequeña isla al extremo de la ciudad. Las autoridades prevén colocar allí a los fallecidos. También han deslizado la posibilidad de usar los parques .
Para el actor peruano Leonardo Torres, “Nueva York es una ciudad que genera mucha ilusión, donde confluye todo”. Él estudió y vivió por ocho años en dicha ciudad. “Hasta el 11-S, el neoyorquino se sentía intocable, pero tras los atentados erigieron otra ciudad aún más segura, con una torre más alta. Le dijeron al mundo: Somos Nueva York. Pero de repente ahora ven ataúdes puestos en trincheras dentro de una isla y sienten que es un retroceso, una bofetada en la cara”, sostiene.
Y pasarán meses para que la ciudad retome su normalidad. Un ejemplo, Broadway, la meca del teatro, ha informado que espera volver a funcionar en junio. “Cuando nosotros (el Perú) salgamos de esto, ellos posiblemente continuarán”, dice Leonardo. “Y a eso se sumarán las pérdidas. ¿Cómo sobrevivirá Broadway o el turismo? ¿A quién le van a quedar ganas de ir? El impacto de su imagen va a cambiar. Si hay una ciudad donde puede continuar y alargarse esta amenaza, es NY”, advierte.
Por ahora la ciudad que nunca duerme vive en un encierro. Es como si Will Smith estuviera grabando su afamada película Soy leyenda. Los superhéroes de capa brillan por su ausencia. Eso sí, felizmente están los héroes reales. Esos que llevan una bata blanca y atienden en los hospitales.
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