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Lo que pensó la reina Isabel II sobre el recordado error de protocolo de Donald Trump
Un experto en realeza británica ha contado cómo la monarca tomó el recordado fallo protocolar del expresidente de EE.UU.
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La reina Isabel II del Reino Unido “habría disfrutado mucho” el grave error de protocolo de Donald Trump durante una visita que el entonces presidente de Estados Unidos hizo a la monarca británica en el Castillo de Windsor en 2018, según reveló el experto real Hugo Vickers al diario británico Express. Esto es lo que dijo sobre la recordade metedura de pata.
“Entiendo que disfrutó mucho su reunión con [el presidente] Trump. Y cuando fue a tomar el té con ella en el Castillo de Windsor, ella lo mantuvo allí durante 10 o 15 minutos más”, dijo Vickers.
“Puede que ella simplemente se divirtiera con él, pero él habría estado terriblemente emocionado de verla. Pero creo que, especialmente en la segunda visita, la visita de estado, entiendo por las personas que la conocen que ella pensó que él se portó realmente muy bien”, señaló. Y en realidad fue todo un éxito.
Aunque los que presenciaron la metedura de pata del expresidente durante el encuentro asumieron que el hecho ofendería a la reina, Vickers dice que la reina habría encontrado divertido cualquier problema de protocolo y que “disfrutó su reunión” con él.
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El error de protocolo de Trump
Trump fue invitado a tomar el té con el monarca en el Castillo de Windsor al final de su visita al Reino Unido, que inicialmente la entonces primera ministra Theresa May le había dicho que sería una visita de estado completa. Sin embargo, este no fue el caso y en 2019 se envió una invitación a Trump para participar en una visita de estado formal.
En Windsor, Trump y la entonces primera dama Melania Trump fueron recibidos por Isabel II y se invitó al presidente a pasar revista a una guardia de honor en la explanada del castillo. Fue durante este repaso a las tropas que Trump fue acusado de ofender a la monarca al caminar delante de ella.
“Normalmente, cuando se pasaba revista a la guardia de honor, solía ser el príncipe Felipe, quien llevaba al jefe de estado visitante a inspeccionar a las tropas. Él no estuvo allí, así que la reina se encargó. Y en cierto sentido, pareció que Trump se paró frente a ella y ella estaba tratando de moverlo”, dijo Vickers.
“Pero ella habría disfrutado mucho todo eso, te lo aseguro”, concluyó.
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