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Elecciones en Argentina: Factores que podrían llevar al final del kirchnerismo
El manejo económico y político del país podrían ser decisivos en la segunda vuelta, que disputarán Daniel Scioli y Mauricio Macri el próximo 22 de noviembre.
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La noche del último domingo, pocas horas después de haberse cerrado las mesas de sufragio en Argentina, el equipo de campaña del partido oficialista Frente para la Victoria, liderado por el candidato Daniel Scioli, celebraba los sondeos a boca de urna que anunciaban un "triunfo contundente" del postulante.
Sin embargo, la sorpresa la dio el actual alcalde de Buenos Aires y candidato de la alianza opositora, Mauricio Macri, quien obtuvo el 34.33% de los votos e impidió que Scioli, con el 36.86%, gane en la primera vuelta, según las condiciones dispuestas en la Constitución de Argentina.
A continuación les presentamos unos puntos que podrían haber influido en las elecciones en Argentina y que deberían ser considerados en la segunda vuelta.
SITUACIÓN ECONÓMICA DEL PAÍSLa economía del país se considera fuertemente controlada por el Gobierno dado la alta emisión de regulaciones en diversos sectores productivos, el control de cambios y cupos a las exportaciones.
Esta difícil situación habría llevado a que varios inversionistas extranjeros dejen el país y ha sido abordada por el Índice 2015 de Libertad Económica preparado por Terry Miller y Anthony B. Kim, en el que ubica a Argentina, junto a Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba, como una de las economías más reprimidas en la región.
Este estudio analizó el tratamiento al derecho de propiedad, nivel de corrupción, libertad fiscal, gasto público, libertad empresarial, laboral, inversión, gasto público, libertad empresarial, laboral, de inversión y financiera.
Un hecho por el cual el Gobierno fue altamente cuestionado es el nivel de intervencionismo en la actividad privada, tal como ocurrió con la expropiación de la principal petrolera, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que se encontraba bajo el control de la española Repsol.
Otras críticas que existen contra el manejo económico, especialmente en el sector agricultor — uno de los principales motores del país —, son por el aumento de impuestos. Esto, sumado a la crisis en China, que ha afectado a toda la región, ha conllevado a que Argentina atraviese tiempos difíciles.
Las proyecciones no son alentadoras: el Banco Mundial (BM) prevé que, en el 2015, Argentina crecerá solo 0.5%. Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que este indicador sería de 0.4% el 2015, y en 2016 de -0.7%. El país además afronta una inflación que supera el 27%.
De igual manera, el Banco Mundial indica que, en el plano fiscal, el déficit primario fue el 1% del PBI y el financiero de 2.3%. Asimismo, los gastos en el sector público aumentaron en 40%.
Según el informe del World Bank Group, Doing Business 2016, Argentina ocupa el puesto 121 de 189 economías analizadas. El documento señala, además, que Argentina ocupa el lugar 157 para para iniciar el negocio, 173 en trámites para obtener permisos de construcción, 85 para obtener electricidad, 116 para realizar registros de propiedad, 79 para obtener crédito, 49 para proteger a inversionistas menores, 170 sobre facilidad para el pago de tributos, 38 sobre el cumplimiento de contratos, 143 sobre negocios trasfronterizos y 95 sobre trámites para resolver insolvencias.
En ese sentido, la mandataria Cristina Fernández de Kirchner no deja un "país cómodo para el pueblo" y menos aún para quien lo tenga que dirigir.
Los aspirantes a la presidencia, han dado propuestas que harían fácil elegir al electorado argentino: un cambio en el manejo económico o su continuidad.
El opositor Mauricio Macri ha declarado que pondrá la economía del país en orden y ha prometido que buscará un acuerdo con sus principales acreedores, como Estados Unidos, sobre los títulos impagos de deuda. Asimismo, ha manifestado que levantará las restricciones a la compra de dólares.
Por su parte, el oficialista Daniel Scioli ha señalado que continuará con la política de Cristina Fernández, es decir, con una fuerte intervención del Estado en la economía y una amplia cobertura social para los sectores populares. Sin embargo, se ha mostrado dispuesto a corregir el alto nivel de inflación y el estancamiento de la economía.
DOCE AÑOS CON LOS KIRCHNEREl resultado que alejó de la victoria en primera vuelta a Daniel Scioli también puede explicarse por la búsqueda de cambios en la dirección del gobierno del Frente para la Victoria, partido político de izquierda que tiene doce años en el poder. Este llevó a la presidencia de Argentina a Néstor Kirchner en el 2003 y a Cristina Fernández a convertirse en mandataria dos veces consecutivas (está en el poder desde 2007).
En más de una década de gobierno, el Kirchnerismo no ha estado alejado de escándalos. Durante el periodo de Néstor Kirchner, fue denunciado el uso de aviones del Estado en un acto proselitista el 14 de mayo de 2010 en Río Gallegos.
El fallecido presidente también fue criticado por revistas internacionales, como The Economist en el 2006, donde lo calificaron de "populista" dadas las tendencias de izquierda en Latinoamérica y por sus vínculos con personalidades políticas como el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez; el actual mandatrio del Perú, Ollanta Humala; el expresidente de Brasil, Inácio Lula da Silva; y el demócrata socialista de México, Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, Kirchner fue acusado de haberse apropiado de US$500 millones de la provincia de Santa Cruz y haberlos depositado en una cuenta suiza de su propiedad.
Por su parte, la mandataria Cristina Fernández tampoco ha estado exenta de críticas. En su gobierno ha sido relacionada a con diversos hechos polémicos, como su vinculación a dinero proveniente de Venezuela que fue utilizado para su campaña electoral, la creación del Fondo del Bicentenario creado para el pago de los intereses de la deuda externa, para el que utilizó fondos del Banco Central, y el retiro de subsidios a los consumos de agua, electricidad y gas a los barrios argentinos.
Durante su mandato, se realizaron diversas movilizaciones por casos de corrupción, por la inflación que afecta al país, por el nivel de inseguridad ciudadana y por el proyecto de modificación de la Constitución para permitir una reelección de la presidenta.
En los últimos meses, uno de los casos más polémicos ocurridos contra Cristina Fernández fue la denuncia realizada por el fiscal Alberto Nisman, quien la acusó de buscar encubrir a los autores de origen iraní del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que fallecieron 85 personas, el acto terrorista más sangriento ocurrido en suelo argentino. Pocas horas despúes de presentar la denuncia, Nisman fue encontrado muerto en su departamento y, hasta la fecha, no se determinan las razones de su muerte.
Pese a que las últimas encuestas ubican a Mauricio Macri en el primer lugar de las preferencias con el 45.6% y que la oposición tendría como aliado a Sergio Massa de Unión para la Nueva Alternativa, no se puede considerar que es el final del Kirchnerismo en Argentina.
En las elecciones del último domingo, el oficialismo obtuvo además un amplio triunfo al obtener 117 curules en la cámara de diputados (la oposición cuenta con 90 miembros) y 42 en la cámara de senadores (30 de la oposición). De igual manera, en la elección de diputados al Parlamento del Mercosur, 26 de las 43 bancas asignadas para Argentina son del kirchnerismo.
Y en lo que respecta a figuras vinculadas a la familia de Kirchner, su hijo, Máximo, fue elegido como diputado, y su hermana, Alicia, es la gobernadora de Santa Cruz. Por su parte, Cristina Fernández anunció que continuará en política, como una militante de su partido.
Las comicios de la segunda vuelta en las que se elegirá al nuevo presidente de Argentina serán el próximo 22 de noviembre. Esperemos que sus electores tomen una decisión que les permita llevarlos a un cambio y un futuro mejor.
Por: Carlos Viguria (carlos.viguria@peru21.com)
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