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La Casa de Todos se construirá con una moderna tecnología
El 31 de marzo cumplió 68 años y su mejor regalo fue llegar a la Casa de Todos –el albergue creado para los indigentes en la Plaza de Acho– para protegerse del coronavirus y de la calle, esa que le enseñó el lado más duro de la vida y a la que, asegura, no quiere regresar nunca más.
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(JESUS SAUCEDO / GEC)
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LIMA, 09 DE MAYO 2020
RETRATOS A INDIGENTES ALBERGADOS EN LA "CASA DE TODOS" INSTALADOS MOMENTANEAMENTE EN LA PLAZA DE ACHO DURANTE EL AISLAMIENTO SOCIAL A CAUSA DEL BROTE DE COVID-19.
FOTOS: JESUS SAUCEDO / GEC
RETRATOS A INDIGENTES ALBERGADOS EN LA "CASA DE TODOS" INSTALADOS MOMENTANEAMENTE EN LA PLAZA DE ACHO DURANTE EL AISLAMIENTO SOCIAL A CAUSA DEL BROTE DE COVID-19.
FOTOS: JESUS SAUCEDO / GEC
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Tienen talleres deportivos, recreativos y de lectura. (Jesús Saucedo)
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La pandemia les dio la posibilidad de dejar la calle. (Jesús Saucedo)
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La pandemia les dio la posibilidad de dejar la calle. (Jesús Saucedo)
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Tienen talleres deportivos, recreativos y de lectura. (Jesús Saucedo)
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Tienen talleres deportivos, recreativos y de lectura. (Jesús Saucedo)
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Tienen talleres deportivos, recreativos y de lectura. (Jesús Saucedo)
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Tienen talleres deportivos, recreativos y de lectura. (Jesús Saucedo)
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Reciben atención médica. (Jesús Saucedo)
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Moderno. Proyecto debe estar listo dentro de 45 días. Contará con una posta médica y áreas deportivas para albergados y vecinos. (Beneficencia de Lima)
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Moderno. Proyecto debe estar listo dentro de 45 días. Contará con una posta médica y áreas deportivas para albergados y vecinos. (Beneficencia de Lima)
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Moderno. Proyecto debe estar listo dentro de 45 días. Contará con una posta médica y áreas deportivas para albergados y vecinos. (Beneficencia de Lima)
Fecha Actualización
El 31 de marzo cumplió 68 años y su mejor regalo fue llegar a la Casa de Todos –el albergue creado para los indigentes en la Plaza de Acho– para protegerse del coronavirus y de la calle, esa que le enseñó el lado más duro de la vida y a la que, asegura, no quiere regresar nunca más.
“Me siento más seguro y fuerte... Ya entré en la sociedad. En el mundo que he vivido, no he visto tanto amor ni tanto cariño. Duermo a mi hora; antes lo hacía sobre cartón y plástico. Tengo alimentación y me ducho a diario. ¡Qué más puedo pedirle a Dios!”, dice Jesús Medina, quien tiene dos hijos a los que no ve hace años. Tal vez, ya no se reconocerían.
Alberto Arenas, de 65 años, cambió las bancas del Parque Universitario por una cama en el albergue. “Trabajaba vendiendo helados en la vía pública. Con eso me alcanzaba para comer y pagar 10 soles para pasar la noche en un hotel, pero con la cuarentena me quedé en la calle. No tenía ni para comprar un pan. Estaba desesperado”, cuenta.
La voz se le quiebra cuando dice que se sentía abandonado y que no le importaba a nadie. Añade que esta experiencia le permite “reflexionar y valorar la vida”.
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Tanto Jesús como Alberto y los otros 120 indigentes que fueron acogidos en el refugio ahora tienen la esperanza de reinsertarse a la sociedad y lograr algo. Su esperanza se basa en que la Beneficencia de Lima, que se encarga de administrar la Casa de Todos, anunció que esta será permanente y se trasladará a la residencial Palomino, en el Cercado de Lima, donde habrá servicios y talleres con miras a conseguirles un empleo.
“Pienso ir. No solo habrá techo y comida, sino talleres para que podamos aprender y tener un trabajo estable. No supe aprovechar las oportunidades que tuve en la vida, pero esta sí la voy a aprovechar. Estoy decidido”, afirma Alberto luego de hacer sus ejercicios junto a otros albergados a los que llama hermanos.
La nueva Casa de Todos tendrá un área de 4 mil metros cuadrados y estará lista en 45 días porque será construida con arquitectura modular (técnica usada en campamentos mineros).
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“Es la primera construcción que usa la tecnología modular a este nivel. No solo tiene la ventaja de la rapidez, sino que es antisísmica, retardadora de fuego y permite variar la estructura a través del tiempo”, explicó a Perú21 Miguel Ríos, el coordinador general de la Casa de Todos.
Detalló que atenderán a 120 personas al año. Todas deberán pasar por un periodo de adaptación y ganar las aptitudes sociales, lo que tardará de 10 a 15 meses.
“Con el trabajo social, podemos reinsertarlas de manera laboral y que tengan un estilo de vida distinto. No es asistencial, te cambia la vida y regresa a la sociedad”, añade.
El lugar contará, además, con una posta médica, espacios deportivos y áreas verdes que también estarán al servicio de los vecinos, que de momento han manifestado un rechazo al proyecto.
Ríos explicó que vienen conversando con los dirigentes y explicando el proyecto. Espera que suceda lo mismo en Acho, donde la sociedad se integró con los albergados. Ellos quieren cambiar.
DATOS
-Hay 19 albergados que han sido reconocidos por sus familias. Para su regreso a casa, deben pasar por un proceso de evaluación de psicólogos y asistentas sociales.
-Los adultos mayores, dependiendo del caso, irían al hogar Canevaro, con capacidad para 350 personas más.
-Las donaciones se pueden hacer a través de www.lacasadetodos.pe y Yape. La meta es US$1 millón.
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