Redacción PERÚ21

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Escondía su ilícito negocio bajo la fachada de una cafetería. Romalda Flores Pequeño (53) fue sindicada por la Policía como cabecilla de una organización dedicada a la falsificación de toda clase de documentos.

Tras una investigación, agentes de la División de Estafas de la Dirincri llegaron hasta el negocio, ubicado en la cuadra diez del jirón Azángaro (), donde encontraron cientos de documentos adulterados, computadoras y un usb, que contenía diversos diseños de certificados.

Allí se ofrecían brevetes, carnés universitarios y de extranjería, certificados de estudios y de trabajo, y hasta carnés de la Policía. Por dichos documentos cobraban desde S/.400 hasta S/.1,000.

Se supo, además, que estarían involucrados en la falsificación de entradas para el último partido que , informó 90 matinal.

A Flores Pequeño se le incautó más US$7,000 y S/.9,000, provenientes de la actividad ilícita. Sin embargo, la mujer indicó que todo el dinero lo consiguió vendiendo desayunos.

Junto a ella fue detenido su esposo, Julio Rivera Quino (60), quien sería el encargado de elaborar los documentos. Asimismo, fueron intervenidos otras 13 personas que desempeñaban el papel de 'jaladores'.

Hasta el momento, los detenidos permanecerán en la sede de la , mientras continúan las investigaciones.