Alan Gómez y Carmen Takata, el arte de hornear un pavo

Si está negado para la cocina navideña, no se preocupe. En la Panadería Yoshie le hornean su pavo, su lechón y, de paso, le arreglan la vida.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

26/08/2019 - 21:53

Cuando uno ingresa a la Panadería Yoshie, además de sentir ternura, realiza un viaje al pasado, aquel donde el pan era artesanal y la calidad de lo que se comía estaba garantizada.

El día en que Alan Gómez se casó con Carmen Takata no solo ganó una esposa, sino un oficio. Ella nació en la panadería que hoy es suya y antes fue de su familia. "Sé que esta era la panadería de la hacienda Santa Cruz y que tiene más de cien años. La prueba, además de los testimonios de los vecinos, es su magnífico horno centenario", nos dice Carmen y la secunda Alan.

"Yo aprendí el oficio observando a mis cuñados", prosigue Gómez mientras nosotros admiramos ese hermoso horno con una cúpula hecha con ladrillos refractarios, donde se puede hornear hasta 45 pavos a la vez.

La panadería está en sus manos desde 1984, y casi desde entonces hornean pavos y lechones. Tanta destreza tienen en el oficio que, pesen lo que pesen, tengan el aderezo que tengan, nunca se les queman, siempre salen jugosos… ¡pese a hornear 45 animales a la vez!

Claro, lo mejor es entregarse a sus manos y dejar que ellos mismos les pongan sazón a pavos y lechones. Los preparan con dos estilos: criollo (el ají panca, el ajo, la pimienta, un toque de comino y alguna travesura son la base del aderezo) y achifado.

"Carmen es muy buena cocinera, los clientes lo saben y dos de cada tres nos confían el aderezo", nos dice Gómez. ¿Y cuando el pavo es grande, qué hacen? "Lo partimos en dos y listo", responden ambos con sonrisa pícara y sabiduría popular (y oriental).

Seguir a @Peru21pe