/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Confort Zone

El presidente Humala, hombre “de hechos y no palabras”, como le gusta ser reconocido, llegó desde ‘la alfombra roja’ de su gira por el Asia al corredor empedrado de la realidad del Perú.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Mónica Delta,Opina.21mdelta@peru21.com

Había que parchar el gabinete tras dos bajas a consecuencia de un "rosario de equivocaciones" en el VRAE, y así lo hizo. El resultado, a primera vista, ha sido poco novedoso y con olor a corta vida. Más allá de las inmediatas críticas que han generado los nombramientos de José Urquizo –por su accidentado paso por el Ministerio de la Producción debido al tema de la merluza– y Wilver Calle –por ser uno de los firmantes de la obscena carta de sujeción al régimen fujimorista–, lo que parece evidenciar es que el mandatario prioriza su confort zone, es decir, su zona de comodidad y confianza, al escoger a sus colaboradores. El que sean sus amigos es más importante que el apostar por personas con perfiles distintos que el momento político podría estar exigiéndole dada la dimensión del reto. El tener que decidir por ministros con fuerza propia no parece estar en el radar del presidente. En el caso de Urquizo, está en las filas del nacionalismo desde el 2006 y fue un ministro con un perfil casi inexistente. Lo veremos ahora en Defensa. El Gral. ® Calle también le resultaba un viejo conocido desde su estancia en Corea, adonde llegó tras el 'Locumbazo'. Otra explicación más simple sería que el cambio de cartera de un ministro y el nombramiento de un viceministro obedeció a una decisión de coyuntura para tener un poco más de aire y llegar con menos presión hasta el 28 de julio. En cualquiera de los casos, no parecen decisiones muy meditadas por la magnitud del problema: una lucha contra el narcoterrorismo que tiene a los despiadados hermanos Quispe Palomino avanzando hacia el Huallaga, tratando de recapturar la zona de 'Artemio'. Es verdad que Humala sigue con un respaldo popular de más de la mitad de la población, pero como él mismo ha dicho: "No puedo hacer lo que quiero sino lo que hay que hacer". ¿Fue esto lo que hubo que hacer?