Día Mundial del Corazón: ¿cuál es el impacto de la carne de cerdo?

Estilos de vida saludables, como una dieta juiciosa y ejercicio regular, son fundamentales para preservarla y prevenir complicaciones graves.

Entre las opciones disponibles, la carne de cerdo emerge como una fuente nutritiva que puede formar parte de una dieta equilibrada y contribuir al bienestar del corazón.

Este alimento posee un alto nivel de vitaminas integrantes del complejo B, sumado a que su grasa presenta un perfil de ácidos grasos monoinsaturados más favorables que otras carnes, lo convierte en un excelente alimento cardiosaludable.

Los nutricionistas consideran que esta proteína animal es un complemento en la dieta de los deportistas, al facilitar la digestión y ayudar al correcto funcionamiento de los huesos. Por ello, la carne porcina se ha convertido en una opción con alta demanda en la dieta de los peruanos.

De acuerdo con datos extraídos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, por lo que una dieta equilibrada puede convertirse en el mejor aliado para su prevención.

“El 90% de los cortes del cerdo son magros y semi magros, por tanto, este alimento permite cuidar de la salud de quienes la consumen. La carne de cerdo es una buena alternativa para incluir en las comidas diarias”, refiere Ana María Trelles, gerente general de la Asociación Peruana de Porcicultores (ASOPORCI).

Es por ello que, en el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemora cada 29 de setiembre, MSD Animal Health en Perú, empresa dedicada a la investigación, fabricación y comercialización de productos para la salud animal, comparte detalles de los componentes que aporta la carne de cerdo en beneficio de la salud cardiovascular:

Es esencial para la reparación y el crecimiento de tejidos. Además, ayuda a mantener la masa muscular. Los cortes magros, como lomo o solomillo son favorables para conservar sano el corazón.

Un tipo de grasa saludable que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es esencial para el funcionamiento del organismo y contribuye a mantener niveles saludables de colesterol.

Es rica en nutrientes como el zinc y el hierro, necesarios para diversas funciones del cuerpo, incluyendo la formación de glóbulos rojos y el sistema inmunológico.

Es también una fuente de vitaminas del complejo B, como niacina, tiamina y vitamina B12, importantes para el metabolismo y la salud del sistema nervioso.

Aminoácido que ayuda a regular la presión sanguínea. Es antihipertensivo, ya que disminuye el nivel de angiotensina, una proteína que aumenta la tensión arterial. Además, previene las alteraciones del ritmo cardiaco, conocidas como arritmias.

Es importante recordar que una dieta adecuada y un estilo de vida activo, evitando el consumo excesivo de grasas saturadas y azúcares añadidos, son prácticas esenciales que, sin duda, ayudarán a proteger la salud del corazón.