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El amor no cambia a la pareja violenta

Miles de hombres y mujeres toleran el maltrato y lo entienden como parte de la relación. ¿Qué pasa con estas personas? ¿Están enfermas?

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Cuando un varón es agresivo no tiene conciencia y no le da la gana de cambiar. (Perú21)
Fecha Actualización
En la universidad, sus amigos le advirtieron a María que ese joven no le convenía porque era "arrebatado". Pero ella, cegada por el amor o la obsesión, pensó que se lo decían por maldad.

Sus compañeros solo querían cuidarla. Sin embargo, María se encaprichó, siguió con la relación y hasta se fugó con él.

Tres meses después de que se embarcaran en esa aventura, los dos retornaron a Lima porque se les había acabado el dinero en Chiclayo. Pero no llegaron solos: tenían una noticia bajo el brazo. Mejor dicho, en el vientre de ella: estaba embarazada.

Pasaron los nueve meses de gestación y María dio a luz a una robusta niña. Trató de continuar su carrera, pero el padre de su hija se negó y se volvió violento. Empezó a levantarle la mano. ¿Qué hizo ella? Siguió a su lado, con la idea de que lo cambiaría. Todo fue una ilusión. La relación empeoró. María tardó cinco años en comprender que lo mejor era alejarse de ese sujeto.

Para el psiquiatra Héctor León Castro, del hospital Hermilio Valdizán, este es el típico caso de una mujer que tuvo la fantasía de que podía modificar el comportamiento de su pareja.

"Muchas mujeres piensan que el amor puede cambiar a una pareja, pero eso no es posible. Cuando un varón es agresivo no tiene conciencia y, simplemente, no le da la gana de cambiar. Por ello, suele empeorar", afirma.

YO TE SOMETO¿Qué hace que uno quiera ser agresivo? El especialista indica que las personas dependientes en lo emocional buscan parejas dominantes y, a veces, tienen tendencia a dejarse someter. Así, según León Castro, se genera una relación tan fuerte que se convierte en un enganche patológico que no se rompe fácilmente.

De acuerdo con el género, hay dos tipos de sometimiento. En el caso del varón, la presión sobre la mujer es psicológica y hasta física. La fémina sumisa tiene sentimientos de culpa que disminuyen a través del dolor y del sufrimiento.

Las damas dominantes, en cambio, son más territoriales. Evitan que el hombre tenga amigos y que visite a su familia. Son sumamente celosas. "Este tipo de mujer es altamente conflictiva y caprichosa", sostiene.

Lo ideal, dice el especialista, es que todas estas personas tengan asistencia psiquiátrica porque están enfermas. "Si usted tiene una pareja así, aléjese de ella", sugiere el experto.

DATOS

- El doctor Héctor León también sostuvo que los hijos no son cadenas que aten para que la pareja violenta siga a nuestro lado.

- Igualmente, afirmó que muchos hombres ejercen dominación económica sobre sus parejas, lo que debe ser rechazado porque no hay motivo para el sometimiento.