Iván Lanegra: “A todas luces es un conflicto de interés” [Entrevista]

Lamentablemente, no es un caso aislado dentro del Congreso, son multiples situaciones como eventuales conflictos de intereses, temas en los cuales los legisladores están más preocupados por los temas personales que por la ciudadanía. Ahora la atención se enfoca en el presidente del Parlamento.

Esto tiene dos dimensiones: la primera, de carácter meramente político, es la evaluación que hacen los propios congresistas sobre la conveniencia en el cargo de una persona con estos antecedentes, que en muchas situaciones tocan elementos fundamentales de la ética así como el haber participado en varios momentos en votaciones sobre normas que lo benefician directamente. A todas luces es un conflicto de intereses. Entonces, la evaluación es si esta situación es sostenible y si se puede actuar en consecuencia. La segunda, tiene que ver con el ámbito jurídico, que seguirá su rumbo, pero el Congreso no debería de esperar a que esta segunda dimensión termine para tomar una decisión política. La salida del presidente del Congreso implicaría volver a elegir una Mesa Directiva.

Hay que entender, para empezar, que una norma que altera la prescripción de diferentes delitos favorece a un conjunto de actores. Incluso, a algunos de ellos por cercanía a los propios congresistas; entonces, este tipo de normas debería de generar algún tipo de alerta. Los efectos de una ley de este tipo son irreversibles, porque van a generar antecedentes y con esos antecedentes se genera impunidad para las faltas que se hayan cometido. Hay que revisar las normas y los procedimientos del Congreso para sancionar; esto no puede seguir pasando.

Primero se tiene que revisar la conformación de la Mesa Directiva, luego se puede ver el caso en la Comisión de Ética, aunque aquí vienen las dudas porque todas las denuncias que se hacen en esa comisión no terminan prosperando. Eventualmente dependerá de cómo se investigue para ver si puede haber indicios de delito.