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[OPINIÓN] Richard Arce: “Hay policías buenos y también de los malos”

“Torres ha pretendido copar la institución policial con oficiales allegados a su entorno, para ubicarlos en puestos estratégicos, por encima del escalafón de méritos e imponiéndose sobre oficiales destacados”.

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[OPINIÓN] Richard Arce: “Hay policías buenos y también de los malos”. (Foto: Ministerio del Interior)
Fecha Actualización
Esta semana ha sido terrible con los escándalos que se han dado en la Policía Nacional, que afectan directamente la institucionalidad y la independencia que requiere un organismo tutelar de la Nación. Lamentablemente, fue originado por las decisiones negligentes del ministro del Interior, Víctor Torres, que podrían configurar inclusive en ilícitos.
Torres ha pretendido copar la institución policial con oficiales allegados a su entorno, para ubicarlos en puestos estratégicos, por encima del escalafón de méritos e imponiéndose sobre oficiales destacados, sabiendo que estas actitudes afectan la moral de una Policía que requiere más que nunca de respaldo en su lucha contra la delincuencia que está desbordada.
Ha sido el general Jorge Angulo, el defenestrado director de la Policía Nacional, quien denunció estas infamias; inclusive la intención del ministro de querer pasar al retiro al coronel Colchado, que lidera el equipo policial que trabaja de la mano con la Fiscalía para desbaratar las organizaciones criminales que se han enquistado en el poder.
Con semejantes denuncias, si realmente el Ejecutivo estuviera comprometido con la lucha contra la inseguridad ciudadana, el ministro Torres ya habría sido retirado del cargo, porque su continuidad es una afrenta. O será que es la prueba manifiesta de que Torres es solo un alfil que opera los intereses del poder, y ahí sí la embarraría a la propia presidenta y evidentemente al premier Otárola, que si no quieren darse cuenta de esta situación su silencio denotaría complicidad.
Con todo este desmadre que hacen con la Policía Nacional, sorprende que estén más preocupados con una caricatura del genial Carlín que por la agudeza de su crítica política; nos muestra una caricatura para que diferenciemos a los buenos policías de los infiltrados —policías delincuentes que fueron capturados esta semana— y de los propios delincuentes que ahora están haciendo de las suyas, disfrazados de policías. Lo resalta inclusive con la frase: “No te confundas”, pero aun así el alto mando saca un comunicado amenazando al periodista, por una supuesta afrenta a la institución y contra la libertad de expresión.
Resulta por demás contradictorio ese comunicado y que se rasguen las vestiduras, cuando son los propios altos mandos los que están manchando el uniforme y deberían tener mucho más tino para entender el humor fino de Carlín, que, si se fijan con detenimiento en el diseño de los rostros, está ahí el kit del asunto y es esclarecedor.
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