En los 90, Coco Marusix era una de las reinas de la televisión y los cafés teatros peruanos. Hermosa, elegante, glamorosa, divertida. Una diva que encantaba con todos los talentos que describen a una vedette: el canto, el baile, la picardía y, sobre todo, el encanto. Incluso, era muy reconocida porque fue una de las primeras actrices trans que se volvió popular en medio de una escena conservadora y machista.