Por lo visto, la vagancia es otro de los atributos que se suman a todas esas virtudes (corruptín de Breña y Petroperú, indocumentado, ignorante, argollero, mentiroso, demagogo, afásico, etc. A la única persona que le he leído opinar que Castillo es un gran estratega que se hace el tonto es a León Trahtemberg, lo que me dejó pasmado) que adornan a nuestro ínclito presidente Castillo.