Trattoria Don Vito celebra 40 años de buena mesa y música

Lo que empezó como una pequeña pizzería a pocos pasos del Parque Reducto, se ha convertido en un clásico de la restauración limeña, donde nuevos comensales y familias enteras, acuden en busca de platos clásicos, muchos de los cuales incluyen pasta artesanal, la misma se hace respetando la tradicional receta italiana de harina de trigo especial y huevos frescos.

En la carta, también se encuentran recetas con largas cocciones al horno, antipastos, entre otras delicias, algunas preparadas frente a los comensales. Don Vito es una trattoria con tradición que ha logrado mantener la calidad, ha crecido, refinado su propuesta, un ambiente acogedor y que se ha destacado por su buen servicio.

En manos de Javier Hundskopf y su esposa Alice Wendt desde el 31 de octubre de 1981, ambos amantes de la buena mesa y viajeros incansables, el matrimonio se empeñó en mantener en Don Vito ese sabor italiano, donde comer es una experiencia confortable. Cuarenta años después, esta es una empresa familiar que ha crecido, refinado su propuesta y forma parte de los clásicos de la restauración limeña.

La carta de Don Vito ofrece clásicos que han permanecido vigentes por más de dos décadas, se trata de especialidades que muchos de sus clientes piden sin ni siquiera ver el menú, porque uno de sus características es que los platos mantienen su calidad. Quien ya los ha probado y quiere repetir la experiencia tiene la seguridad que así será. “Aquí tienen sentido y es común escuchar clientes que le dicen al mesero: lo de siempre”, expresa Miguel Hundskopf, quien junto a su hermano Javier, están actualmente al frente del negocio familiar.

Entre sus especialidades más conocidas está el póker de pastas, que agrupa en un solo plato cuatro tipos de pastas con cuatro salsas, a eso se suma la canilla de cordero, el spaghetti con pato ahumado, los canelones rellenos de cordero en salsa de cerveza negra, los fetuccini frutti di mare, entre muchos otros. Incluso algunos platos le hacen un guiño a la culinaria peruana como el lomo saltado y el cabrito a la Norteña. A eso se suman clásicos de la cocina internacional como la ensalada César y las crepes Suzette, que son preparadas frente al comensal o lo que señala la carta como “allá sua presenza”.

Por otra parte, Don Vito, está estrechamente relacionado al desarrollo de la música clásica en el Perú. Los espacios de la trattoria han sido escenario de conciertos de cámara donde diversos artistas y agrupaciones, han mostrado su arte, mientras los intelectuales se han dado cita para hablar sobre el Perú. En su decoración incluye una colección de instrumentos musicales y obras de arte popular peruano, que cuidadosamente han sido escogidos y sumados a la decoración de la sala. “Nuestro restaurante, muchas veces ha sido casi una sala de ensayo de destacados músicos, que prueban sus rutinas, ejecutan sus partituras favoritas y pueden ver la reacción del público”, cuenta Hundskopf.

Asimismo, uno de los aspectos que también destacan a la Trattoria Don Vito es su carta de cocteles, donde se puede apreciar una cuidada y estudiada cronología de clásicos mundiales, una labor de curaduría llevada a cabo por Javier Hundskopf, entusiasta del tema y que se asegura que cocteles, vinos, cervezas y licores propios como aperitivos o digestivos, estén presentes y enriquezcan la experiencia del comensal.

La celebración de los cuarenta años contempla una programación con menús especiales, donde se recrearán platos y cocteles de otras épocas, a lo que se sumarán tres conciertos, uno cada mes, cuyo cierre será el tradicional concierto dedicado a la Navidad.