A 26 años del día que la voz de Frank Sinatra se apagó para siempre

“No puedo”, fueron las palabras que dijo el autor de emblemáticos temas como “My Way” o “New York” a su esposa, presente aquella noche en que el cantante dejara de existir. Esto según el relato de la propia Bárbara, que escribió un libro con las memorias de lo vivido con Sinatra en “Lady Blue Eyes: My Life With Frank”.

“Querido, has vencido cosas peores y puedes vencer esto también. Tienes que luchar”, le dijo Marx a su esposo, quien, en su lecho de muerte, partía a la eternidad aquel triste 14 de mayo.

Tras conocerse públicamente la trágica noticia de su fallecimiento, las luces de Las VEgas y el Hotel Helmsley de Nueva York se atenuaron, mientras que el Empire State se tiño de luces azules, mientras que el Capitol Records se cubrió con un lienzo negro, como muestra de respeto al legendario Sinatra.

Se sirvieron cócteles azules en bares de todo el mundo, y en todas las direcciones, desde Hoboken, su tierra natal, hasta Palm Springs, sus fans lo despidieron con velas parpadeantes.

El funeral se llevó a cabo en la iglesia del Buen Pastor de Beverly Hills, el 20 de mayo. En su féretro se depositaron, por parte de sus familiares, entre los recuerdos estaba un paquete de cigarrillos, una petaca de Jack Daniel’s, peluches y un medallón de oro con la frase en italiano “Todavía me emocionas”, que dejó Bárbara Marx, su cuarta esposa.

Sinatra fue uno de los más reconocidos cantantes del siglo XX, interpretando a lo largo de su vida más de mil canciones, recibiendo 31 discos de oro, 9 de platino, tres de doble platino y un triple de platino. También participó en más de 50 películas, ganando así tres Premios Oscar, nueve Grammy’s, cuatro Globo de Oro y tres estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Su reconocimiento solo es comparable con otros pesos pesados en la historia de la música contemporánea, como Elvis Presley, The Beatles o Michael Jackson.