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Los ‘gusanos pene’ ya usaban conchas para protegerse en el periodo Cámbrico

Estos gusanos tenían esta conducta más conocida hoy en día de lo cangrejos ermitaño en los mares de nuestro planeta hace 500 millones de años.

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En la ilustración, un ejemplar de Eximipriapulus dentro de su concha - Zhang Xiguang, Yunnan University
Fecha Actualización
En los profundos mares de nuestro planeta hace más de 500 millones de año, existían unas criaturas con aspecto fálico, conocidas ahora como gusanos pene, que ya utilizaban conchas vacías para protegerse de los depredadores.
Esto constituye un comportamiento muy conocido hoy en día por los cangrejos ermitaño y, según los análisis fósiles hallados en la provincia china de Yunnan que datan del periodo Cámbrico, estos tenían el la misma conducta que esta variedad de cangrejo.
Los fósiles conservaban aún el tejido blando de cuatro gusanos pene, llamados Eximipriapulus, así como material de conchas de forma cónica que en su día pertenecieron a animales conocidos ahora como holitos, según CNN.
Martin Smith, profesor asociado de Paleontología de la Universidad de Durham, Reino Unido, y coautor de un estudio sobre fósiles publicado en la revista Current Biology, indicó que estos gusanos se encontraban posicionados en estos mismos tipos de conchas, en la misma posición y orientación.
“La única explicación que tenía sentido era que estos caparazones eran sus hogares, algo que fue una verdadera sorpresa”, dijo Smith.
Antes, se creía que el comportamiento ermitaño había sido desarrollado mucho más tarde, en el periodo Jurásico, hace unos 170 millones de años, en la época de los dinosaurio.
Por otra parte, es el comportamiento de los animales algo mucho más difícil de deducir a partir de materiales fósiles, por lo que nace la pregunta: ¿Cómo descubrieron los investigadores que los gusanos no utilizaban los caparazones para otros objetivos temporales?
“Primero demostramos que los gusanos estaban realmente dentro de las conchas, entre las superficies superior e inferior”, dijo. “Esto demuestra que la biología debe haber sido la responsable, y no los procesos posmortem”, respondió Smith ante esta interrogativa.
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“Más allá de esto, hay dos observaciones clave: la primera, que no hay gusanos en el depósito que no se encuentren dentro de conchas, lo que esperaríamos si la relación fuera temporal u oportunista”, añadió.
“En segundo lugar, que la coincidencia de tamaño era consistente: los gusanos siempre se encuentran en una concha que es lo suficientemente grande para acomodarlos... Al igual que Ricitos de Oro, parecen haber elegido el caparazón que era “justo” para ellos”, concluyó.
Cabe recordar que, según los investigadores, en este periodo de nuestra historia como planeta, los depredadores debieron ser abundantes y muy agresivos, razón por la cual los gusano iniciaron este comportamiento en busca de protegerse.
Pese a que los hallazgos se basan en un número reducido de especímenes fósiles, la existencia de este comportamiento “moderno” es sorprendente, pues esta conducta ermitaña ha evolucionado en una serie de animales diferentes a lo largo de las eras.
En la actualidad, los gusanos pene solo se encuentran en entornos en los que es difícil que se establezcan depredadores, dijo Smith.
Algunos son diminutos y viven entre granos individuales de arena. Otros viven en aguas malolientes, con poco oxígeno y potencialmente tóxicas. Y ya no se refugian en conchas.
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