¿Qué pasó con Arya Stark en la serie durante cada temporada de 'Game of Thrones'?

El final está cerca. HBO ha estado compartiendo avances de la octava y última temporada de Game of Thrones. La batalla final para defender a Westeros tendrá lugar en Winterfell, y quien gane tendrá el control de todo el territorio. Los Stark son una de las familias que estarán al frente en la pelea, pero será la primera guerra de una letal asesina: Arya Stark.

Y es que a lo largo de las temporadas y los años, los fanáticos se han encariñado con este personaje por su gran corazón, su duro pasado y como ha hecho todo lo posible para salir adelante sin importar nada más que su supervivencia y venganza.

Arya Stark comenzó como una pequeña niña que mostró habilidades en el manejo de la espada y siguió hasta convertirse en una despiadada guerrera que casi se convierte en una "sin rostro", pero decidió mantener su nombre para terminar su lista de personas que quiere muertas. Esta es la evolución de la hermana más joven desde la temporada 1 hasta la 8:

En la primera temporada, Arya Stark vivía tranquilamente junto a su familia hasta que encontró la muerte por primera vez en su camino a King’s Landing. Debido a una riña con el Príncipe Joffrey, él manda a asesinar al hijo del carnicero y a Lady, su loba. Quien hace el trabajo sucio es Sandor Clegane, más conocido como "The Hound".

Aquí comienza su odio hacia ciertas personas y esto la lleva a crear una lista de personas que quiere muertas. Por este motivo, ella libera a su otra loba Nymeria en el bosque, un símbolo de que a partir de allí ella se alejaría de los Stark para seguir su propio camino.

Luego de eso Ned Stark se da cuenta que Arya nunca sería una mujer de modale, por lo que contrata a Syrio Forel para que la entrene en el uso de la espada Braavosi. Él le enseña unos movimientos que llama "Danza del Agua" y nombra al único maestro que tendrá en el futuro: La Muerte.

Al final de temporada, ella asesina accidentalmente a un niño que intentó detenerla en su escape. Más adelante, presencia la ejecución de su padre y, con su hermana Sansa como prisionera Lannister y su familia separada en todo el país, Arya queda emocionalmente devastada.

Al escapar, un reclutador de la Guardia Nocturna la encuentra y la lleva a Winterfell, en su camino, perfecciona su "Lista de la Muerte", una serie de nombres que recita cada noche como una oración.

Lastimosamente, la fuerza de los Lannister captura la caravana y los encierra en Harrenhal, donde Arya conoce a Jaqen H’ghar por primera vez. Al principio ella cree que es un prisionero, pero luego de ver que era un hábil asesino le pide ayuda para escapar.

Una vez afuera él le regala una moneda especial y un código: Valar Morghulis. Finalmente se retira, no sin antes revelarle que él podría cambiar de rostro a voluntad. Sin saberlo, su destino quedaría sellado para convertirse en la asesina que todos conocemos ahora.

Luego de escapar de Harrenhal junto a Hot Pie y Gendry, se encuentran con la "Hermandad Sin Estandártes", una banda anti-Lannister agitadores que son liderados por Beric Dondarrion y el sacerdote rojo Thoros of Myr. Para sorpresa de Arya, ellos venden a Gendry a Melisandre, la sacerdotisa roja, quien planea usarlo para una ceremonia de sangre.

Esto provoca que Arya expanda su lista con los nombres de Beric, Thoros y la "Mujer Roja". "The Hound" es encontrado husmeando cerca de la Hermandad y Arya intenta convencerlos de que lo maten, pero en lugar de eso él gana una lucha contra Beric y la secuestra. En el camino, ellos descubren que Robb y Catelyn Stark han sido asesinados por Walder Frey y su clan.

Durante la temporada 4 Arya y "The Hound" desarrollan una extraña relación antagónica, mientras que él le pasa toda su experiencia de asesino a la novata Stark. Es durante su tutela que tacha algunos nombres de su lista y añade otros al momento de asesinarlos como a Rorge.

Finalmente el par llega a Vale solo para escuchar que su tía Lysa había "cometido suicidio" hace algunos días. Luego, ambos se encuentran con Brienne of Tarth, quien lucha contra "The Hound" para "rescatarla". Al final, él es herido de muerte y Arya, en lugar de terminar el trabajo, lo deja a morir para escapar en un barco hacia Braavos, inspirada por entregarle su vida a la muerte.

Al llegar a Braavos, Arya se encuentra nuevamente con Jaqen, pero en esa ocasión se revela como la cabeza de la "Orden de los Hombres sin Rostro". Al principio ella se muestra emocionada por ser entrenada como una letal asesina, pero luego descubre que debería dejar su pasado atrás y convertirse en una chica sin nombre, lo cual la hace dudar porque aún tiene su lista que completar.

Pero la respuesta se revela al final de temporada. Ella desafía las reglas y roba una de las caras para matar a Ser Meryn Trant, un miembro de la guardia real que asesinó a Syrio, su maestro. Por robarle al "Dios de muchos Rostros", ella es castigada con ceguera, forzada a convertirse en una mendiga de la ciudad.

En esta temporada ella sigue siendo entrenada para pelear por su archienemiga la niña abandonada, la otra aprendiz de Jaqen. Eventualmente, ella recupera su vista y es probada por Jaqen para ver si había aprendido la lección. Le manda asesinar a Lady Crane, pero Arya se niega luego de ver que era una buena persona que no merecía morir.

Ante esto, Jaqen manda a matar a Arya y la niña abandonada la enfrenta. Como resultado, a joven Stark es herida gravemente por la niña detrás del rostro de una anciana. Lady Crane la ayuda y Arya vuelve para finalmente poner el rostro de la niña abandonada en pared del "Dios de Muchos Rostros". Al final, enfrenta a Jaqen diciéndole claramente quién es ella y sale en un barco a casa, donde obtiene su venganza contra Walder Frey al servirle un delicioso pie y rebanar su cuello.

En la última temporada emitida al aire, Arya se gradúa como asesina en masa al usar la máscara de Walder Frey y envenenar a todos sus hombres. Ella pasea por ese escenario sin pestañear, demostrando que se había convertido en una asesina a sangre fría que solo servía a su venganza.

Hasta este momento Arya ha dejado toda su humanidad atrás para lograr completar su lista de la muerte. En algunos momentos incluso se le observa dejando de lado a la familia, pero su sentimiento de justicia es más fuerte, como se vio al ayudar a Sansa a condenar a Littlefinger.

No obstante, Arya sabe que no podrá huir del "Dios de Muchos Rostros" para siempre, ya que está utilizando sus habilidades para su propio beneficio en lugar de servir a La Muerte misma. En la última temporada de Game of Thrones se verá si este Dios llegará para cobrar su deuda de una vez por todas o ella encontrará la manera de saldarla de otro modo.