La historia de cómo Yolanda Saldívar conoció a la familia de Selena Quintanilla

Fue en 1991 cuando Yolanda Saldívar apareció como la mayor fan de Selena Quintanilla y se con el paso del tiempo se fue ganando la confianza de la cantante y su familia. Sin embargo, en el transcurso de cuatro años, la relación de Saldívar con Selena y la comunidad de la música tejana cambiaría más de lo que nadie podía prever.

A finales de la primavera de 1995, Saldívar pasó de ser una entusiasta fan a una criminal, acusada del asesinato de su ídolo, Selena. Ahora, 26 años después del crimen, Saldívar es conocida como la mujer que acabó con la vida de una de las grandes promesas musicales del siglo XX. Aún así, hasta el día de hoy, la exenfermera insiste en que fue un accidente. Pero, ¿cómo llegó Yolanda Saldívar a la vida de la Reina de la Tex-Mex?

Yolanda Saldívar entró por primera vez en la vida de la familia Quintanilla en 1991. Ese es el punto en el que aparece por primera vez en la serie de Netflix, “Selena: la serie”. En ese momento era una enfermera de 30 años nacida en Texas, 11 años mayor que Selena.

Saldívar afirmó ser la mayor fan de Selena, llamando incesantemente a Abraham Quintanilla Jr., insistiendo en que quería crear un club de fans de la cantante. En 1991, Yolanda fundó el Club de fans de Selena.

Durante los siguientes años, Saldívar se dedicó obsesivamente a sus deberes relacionados con Selena, haciendo crecer el club de fans de San Antonio con más de 1.500 miembros. Cuando la artista actuaba en ese lugar, Saldívar estaba a su lado, como si fuera sus “ojos y oídos” según reveló el Texas Monthly.

Sin embargo, hay cosas inquietantes sobre Yolanda Saldívar que llamaron la atención. Texas Monthly señala que la presidenta del club de fan de la cantante era una mujer solitaria que mostraba un comportamiento problemático.

Una mujer “se mudó a un apartamento con Yolanda y descubrió que ella no solo tenía fotos de Selena en sus paredes, sino que todo el lugar era ‘como un santuario’. Asustada, “la mujer se mudó después de dos semanas”.

A partir de ese momento empezaron los problemas entre Saldívar y la familia Quintanilla luego de que varios fans comunicaran que habían enviado dinero al club de fans pero no recibieron nada de lo prometido al hacerse socios.

Abraham comenzó a investigar el asunto de forma privada ya que el comportamiento de Saldívar era un asunto importante por varias razones. Era doblemente preocupante porque desde entonces había asumido más responsabilidades como presidenta del club de fans y administradora de las boutiques de Selena.

Posteriormente, llegaría la tragedia para la familia Quintanilla. Yolanda Saldívar supo que Selena Quintanilla pretendía cortar todo vínculo laboral con ella porque sus familiares habían descubierto que estaba robando dinero.

Ante este hecho, Saldívar compró un revólver calibre 38, de cañón recortado, bajo la excusa de que lo necesitaba para uso personal y de defensa propia. Posteriormente, la exenfermera se hospedó en la habitación 158 del Hotel Days Inn, en Corpus Christi, donde acordó reunirse con Selena para un asunto relacionado con unos documentos que la artista necesitaba, ya que se acercaba la fecha de declaración de impuestos.

La reunión tuvo lugar la mañana del 31 de marzo de 1995, luego de que Saldívar le contara a Selena por teléfono que había sido violada, para atraer la atención de la cantante. Esa mañana, Yolanda y Selena, luego de volver del médico donde se constató que no hubo violación, tuvieron una fuerte discusión en la cual Selena le dijo a Yolanda todo lo que sabía por boca de sus familiares y que ya no quería volver a saber más de ella, exigiéndole los documentos que necesitaba.

En ese momento, Saldívar sacó el arma homicida, asustando a Selena de tal modo que la artista intentó huir de la habitación. En ese momento, Yolanda le disparó a la cantante por la espalda. La bala entró por su hombro derecho, reventándole una de las arterias principales y dejándola herida de muerte.

Selena pudo llegar hasta la recepción del hotel, recorriendo 350 pies mientras se desangraba debido al disparo. A la mujer que estaba en el lugar le dijo sus últimas palabras: Yolanda Saldivar, room 158. La voz de la estrella no volvería a ser escuchada.