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Desayuno de Año Nuevo
Desayuno de Año Nuevo por Cucho La Rosa.
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Fecha Actualización
Por Cucho la Rosa
Antes de la pandemia que comenzó en la tercera década del siglo XXI, los humanos nos divertíamos así: después de la fiesta de Año Nuevo, en el amanecer del 1 de enero, luego de harto baile, sustancioso aguadito servido en profundo plato hondo, cocteles y bebidas entonadoras, con los fiesteros cubiertos de serpentinas, talco y picapica, era obligado continuar con el fiestón hasta las últimas consecuencias.
Las parejas se organizan y, antes de seguirla en casa de alguno de los jaraneros, deciden, con la colaboración del amigo elegido, ir tras los mejores levantamuertos de la ciudad. Después de breve búsqueda virtual, convienen dirigir sus apetitos al huarique acordado por la patota. Los establecimientos preferidos siempre fueron los que poseen de especialidad a los pescados y mariscos; un cebiche bien picante para el más alegre, una parihuela cangrejera para quien desea quitarse el sueño, un sudado de pescado con harto jugo para los conocedores, un chilcano de cola y cabeza para el enamoradizo. También hay hueveras a punto de chicharrón con criolla, escabeche “borrachito”, es decir, macerado desde el día anterior, chupín endiablado de tramboyos cabezones, en fin una variedad increíble de productos y sabores… y seguía la jarana en casa, con la radiola a todo volumen y en donde ya se organiza, previa chanchita, el arroz con pato, el lomo al jugo, los anticuchos o el pollito a la brasa…
Todo eso cambió si es que quieres y piensas cuidarte y cuidar a los tuyos, que es lo más importante que tenemos en el corazón y en la mente. La diversión a partir de la fecha se convirtió en un acto de amor, cariño y afecto. Esperamos el Año Nuevo en casa, buscando el abrazo de los seres queridos más íntimos, ambicionamos tiempos lindos orando y cogidos de las manos, apreciamos mejor el tiempo con los nuestros, con diálogo y alegría. Los nuevos tiempos congenian también con el brindis de rigor, asimismo con el baile y la música, además de la buena comida y repostería. Todo es igual solo que con cautela, prudencia, prevención y entendimiento. El primero de enero lo comenzamos con un desayuno familiar como cábala de un año 2021 extraordinario. Happy New Year.
Ingredientes
(para 6 personas)
- 1 kilo de carne de cerdo sin hueso y sin piel
- 1 rama de hierbabuena
- Sal
- 1 kilo de camote amarillo
- 2 tazas de aceite (para freír)
- ¾ de kilo de relleno
- Huevos
- Panes
- Salsa criolla
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Preparación
- Uno de los desayunos que más recuerdo es el que preparaba papá en Chorrillos; camote frito, salchicha huachana, huevos fritos o revueltos. Cada quien armaba su sánguche; mi engreído era el pan con camote caliente con su poca de mantequilla. Tranquilo, cachetón.
- Hervir la carne de chancho con hierbabuena y sal, retirar, enfriar, dorar en aceite, escurrir y salar. Chicharrón listo. Aparte, pelar camotes, cortar en rodajas algo gruesas, freír, retirar y escurrir. Reservar. También provéase de un relleno de calidad, corte en rodajas gruesas, fría a fuego lento. Una vez dorados, dar vuelta, no permitir que se desarmen. Freír los huevos a fuego lento en poco aceite y ñisca de mantequilla. Acomodar en una fuente camotes, chicharrones, relleno, salsa criolla, huevos fritos, pan tostado. Delicioso.
- También puede incluir en este desayuno de Año Nuevo queso fresco y mantecoso, torrejitas de la abuela, sangrecita, aceitunas, pan con jamón del país, triples de palta, tomate y huevo, pan con pejerrey o un escabeche… no olvidar los jugos, el café, el emoliente, la chicha, el chocolate.
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