“Llegó a mi vida cuando estaba carente de amor, no tenía ni un perro que me ladrara, o por lo menos era eso lo que creía. Francamente yo no sabía si estábamos o no. Juntos, él era pura ternura; ninguna otra pareja me había tratado con tantas atenciones. Sin embargo, cuando se lo proponía era lo suficientemente cruel para sacarme de cuadro”.