Como sucede con las leyendas populares, se quedó para siempre en el corazón de sus fanáticos. La voz de la música sanjuanera se apagó hace cuatro años, un 1 de marzo, pero sigue sonando en cada rincón donde alguien le dice a la luna que sigue esperando un amor. 

Su muerte ocupó portadas multicolor durante largas semanas. De las páginas de espectáculos, pasó a las policiales como un presunto feminicidio, el caso más sonado de los últimos años. Más de diez mil personas asistieron a su velatorio, que paralizó las calles de Piura, en el norte peruano, donde su música aún se baila a todo volumen. 

¿Qué tenía ella? ¿Cuál era el secreto detrás de toda esa legión de fanáticos? ¿De dónde provenía todo ese encanto? Muchos de sus fans son migrantes y amores no correspondidos. Porque Edita Guerrero le cantó al amor, ese tema que nos salpica a todos. 

"Miente aquel que dice que nunca lloró por amor", "Nadie se muere de amor", "Dile que sin él no moriré", "Por amor se sufre y también se goza", "Ahora me falta tu amor, ya no podré más existir", son algunos estribillos que no dejarán de corear su fanáticos. 

Ayer, familiares y amigos de la ex vocalista de se dieron cita en el cementerio Parque del Recuerdo, en Castilla (Piura) para recordar cuatro años de su partida. 

Una misa, desarrollada en el camposanto, reunió a decenas de amigos y familiares. El momento más emotivo sucedió cuando su hermana, , se acercó a la tumba. 

"En estos momentos la estamos recordando con mucha alegría con toda la familia. Estamos contentos de que la gente siga pendiente de ella y eso lo demuestra en cada concierto donde reclaman sus canciones", dijo, entre lágrimas.