Limeños pagarán millonarios intereses por deuda de MML gracias a López Aliaga

Durante su participación, Oliva afirmó que la reciente emisión de bonos titulizados realizados por la MML, de diciembre de 2023, por un capital de S/1,205 millones, a un plazo de 20 años, les costará a los limeños, en promedio, S/23 millones adicionales por año durante el horizonte temporal de la deuda.

Esto, según Oliva, porque el alcalde de Lima, Rafael López Aliga, decidió realizar la operación sin que el compromiso de pago sea garantizado por el Estado peruano. La deuda solo fue garantizada por los recursos de Alcabala (impuesto que grava las transferencias de propiedad de bienes inmuebles) y el Impuesto al Patrimonio Vehicular. Con lo cual, los inversionistas estuvieron dispuestos a prestarle a la comuna los más de mil millones de dólares por una tasa de interés de 10.1% anual.

Sin embargo, el presidente del Consejo Fiscal precisó que en el momento en que el municipio tomaba la deuda, los bonos del Tesoro peruano se transaban en el mercado secundario a una tasa inferior del 7%, debido al récord crediticio que tiene nuestro país. En consecuencia, la Municipalidad de Lima asumió un mayor costo de endeudamiento innecesariamente. Además, esto a vista y paciencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), cuando estaba de titular Alex Contreras.

La emisión de bonos realizada por la MML tiene por finalidad financiar 42 proyectos de inversión, que luego se redujeron a 23, nuevamente a vista y paciencia del MEF, con José Arista como titular de la cartera.

Sin embargo, según Oliva, el alcalde todavía no ha hecho público los proyectos que busca financiar ni tampoco la rentabilidad económica y financiera que tendrían. Esto, según el economista, porque no tendría sentido que la Municipalidad de Lima se endeude a una tasa de interés de 10.1% por un proyecto que financieramente pueda rendir menos.

La deuda emitida en diciembre del año pasado por la MML es la primera de un programa por S/4,000 millones, que el Consejo Fiscal ha advertido que, de llevarse a cabo, sobrendeudaría a la comuna. Llama la atención la actitud pasiva del MEF ante este despropósito.