La ciudad de Lima tuvo que esperar 28 años para ver la primera línea del Metro de Lima completa, desde Villa El Salvador hasta San Juan de Lurigancho.
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La nueva Línea 2 del Metro de Lima, al día de hoy, tiene construidas cinco estaciones de las 27 establecidas, pero parece que nuevamente volvieron los fantasmas del pasado que dilatan las obras.
El pasado 7 de julio se generó un enfrentamiento entre miembros del Serenazgo de la Municipalidad de Lima y trabajadores de la concesionaria cuando se realizaba el cierre del cruce de las avenidas 9 de Diciembre (Paseo Colón) con Garcilaso de la Vega para iniciar la construcción de la Estación Central del Metro. ¿El motivo? La MML responsabilizaba a la concesionaria de problemas en el plan de desvíos y falta de autorización.
De acuerdo con la encuesta realizada por Ipsos para Perú21, del 56% que dice haber escuchado el tema de la discusión por las obras de la Línea 2 del Metro en el Centro de Lima, el 42% cree que la concesionaria tiene la razón, mientras que el 41% apoya a la MML. Y el 17% no precisa.
IMPRESIONES
Mariana Alegre, directora del Observatorio Ciudadano Lima Cómo Vamos, indicó a Perú21 que los resultados confirman que aún hay poco conocimiento de la importancia del sistema de transporte masivo por parte de la ciudadanía (el 44% dice no estar al tanto). “Eso se debe a que justamente ha habido como una para en relación a la reforma del transporte, a incorporar estos aspectos dentro del imaginario de la sociedad en Lima y Callao”, sostuvo.
En conversación con Martín D’Azevedo García, presidente del Instituto Peruano de Gestión Municipal, indicó que es un tema que no ha debido generar discusión. “Si ambos entendieran el tema, saldría adelante. No tiene sentido dicho impasse. Se trata de una obra de interés público en materia de transporte y viabilidad”, dijo.
Además, cuestionó qué tan lejos estamos de ser una potencia mundial. “Su posición de trabar el tema en vez de llegar a un entendimiento desdice del alcalde. Si a la concesionaria le facilitó una ley de endeudamiento, el hecho de no sacar necesariamente la autorización, en proyectos que deben ser aprobados y estratégicos para el avance de un retraso de 35 años en infraestructura que tiene Lima Metropolitana, no afectaba”.
En tanto, Mariana Alegre consideró que no solo es un asunto de conversación técnica, sino que hay algo más. “No me hace mucho sentido que la preocupación del alcalde Rafael López Aliaga sea la afectación de los vecinos en el marco de las obras porque para eso se resuelve con la compensación. Me queda la duda de su real motivación”, agregó.
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