Durante las reuniones anuales de gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, Perú21 entrevistó al director del BM para América Latina, Alberto Rodríguez, quien nos brindó algunas reflexiones sobre la región y el Perú.
El crecimiento para la región este año será alrededor de 0.3%. ¿Qué perspectivas se tienen respecto a estas cifras? Hay una desaceleración económica en buena parte de la región porque muchas economías se basan en las materias primas. Perú y Chile, donde la minería juega un papel muy especial, se han visto afectados por la ralentización de la demanda china. Otros países, como Colombia, Ecuador y Venezuela, cuyas economías se basan en el petróleo, se han visto afectados por la caída de los precios de este. Entonces, vemos un grupo de países como México y otros centroamericanos cuyas economías se ven impulsadas por el crecimiento de los Estados Unidos, porque son importadores de materias primas. Pero también hay economías grandes como la del Perú, Colombia y México que se verán más beneficiadas, y son estas las que empujan este 0% hacia arriba. Así, cuando uno factoriza estos elementos, encuentra una región que está enfrentando dificultad en su crecimiento y la expectativa que manejamos es que esto se revierta; sin embargo, no a promedios de 6%, como los años anteriores.
Sobre el Perú, estos años de bonanza han permitido reducir la pobreza en el país. ¿Qué se puede esperar en un futuro, ahora que el crecimiento será menor?El crecimiento económico ha sido importante para batallar la pobreza, pero, cuando el crecimiento se desacelera, hay un riesgo, que esos grupos que ingresaron en la clase media gracias a la expansión económica y la generación de empleo vuelvan a caer en la pobreza. Hay dos formas de atacar esto: mediante la revitalización del crecimiento económico y el fortalecimiento de las políticas sociales focalizadas, para que en las épocas difíciles se pueda evitar que las familias que salieron de la pobreza regresen a ella.
Se tiene un concepto claro de que la educación es un medio para salir de la pobreza. ¿Cuál es su opinión sobre nuestro sistema educativo?La reformas educativas son de largo plazo. Esto no se puede cambiar en uno o dos años. Las inversiones que se hacen en la educación son de largo duración y eso sugiere dos cosas. Primero es que hay que tener políticas educativas bien dimensionadas y lo otro es enfocarse en la continuidad. Perú aún invierte muy poco en educación.
¿Qué opina usted sobre los programas sociales? Hay quienes opinan que generan dependencia.El universo de programas que tiene el Perú es diverso. La gestión de estos es necesaria porque se puede localizar la pobreza con mayor facilidad. Sin embargo, es muy importante que los países de Latinoamérica que tienen programas de transferencia de renta no solo tengan puertas de entrada, sino también puertas de salida. Los programas no pueden ser eternos para los beneficiarios y eso es una tarea difícil.