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Daniela Aguirre Belmont, líder de marca: “Yanbal sigue empoderando a la mujer”
Daniela Aguirre Belmont es líder de marca de Yanbal.
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Su destino parecía que estaba escrito en Nueva York. Acabó el colegio y partió a la tierra de Madam C.J. Walker. Hizo una pasantía en un banco y le ofrecieron trabajo. Tal vez habría sido más fácil elegir ese camino, pero volvió al Perú. Primero para conversar con su madre y su abuelo. Ambos la convencieron de que su futuro estaba aquí, en la empresa que habían forjado hace más de 50 años.
Los tres hermanos Aguirre Belmont trabajan en Yanbal. La mayor en EE.UU., donde es gerenta de ventas; y el menor acaba de graduarse y es practicante. Daniela Aguirre Belmont, desde Lima, es líder de marca. En medio de la pandemia, dirige el proceso de digitalización de una empresa que está en 10 países del mundo.
No olvida los consejos del abuelo Fernando Belmont, uno de los fundadores de Yanbal en la década del 60. “Pasión, obsesión por la calidad y cariño y dedicación por tu equipo”, le dijo más de una vez. La nieta lo describe como más vertical y a su madre Janine Belmont, CEO de la compañía, más cálida. ¿Y tú cómo eres?, pregunto. “Tengo más de mi mamá. Dicen que somos igualitas”, responde Daniela a través de una videollamada.
-¿Estuvo bien la decisión de volver al Perú o ahora con la pandemia te estás arrepintiendo un poco?
A los seis meses de haber empezado en Yanbal, me encantó y sabía que había tomado la decisión correcta. Es una oportunidad para crecer y aportar bastante.
-En una entrevista que dio Janine en mayo dijo que estimaban que la caída del grupo será de 20% este año. Yanbal es un negocio que tiene que ver mucho con el contacto directo. ¿La pandemia sigue golpeando al grupo?
Ha sido un giro total. Estamos muy acostumbrados a las reuniones, a las capacitaciones personales, a los viajes. La cercanía es muy importante en nuestro negocio, pero nuestras consultoras se adaptan velozmente.
-¿Qué implica la digitalización del negocio?
Desde hace un año tenemos un catálogo digital. Y ahora estamos intentando que se utilice más ese catálogo, que se comparta por canales como WhatsApp. También se ha implementado Yanbal delivery, que llega al cliente final. El pago normalmente se hacía en efectivo, ahora tratamos de que sea a través de billeteras virtuales. En España y Estados Unidos ya tenemos desde hace algún tiempo las tiendas virtuales, que también las venimos implementando acá.
-¿Hoy cuál es el perfil de la persona que vende Yanbal?
Hoy una consultora es básicamente una mujer entre 40 y 50 años. Tiene hijos, es madre de familia. Alguna tiene otro empleo. Nivel socioeconómico C y D, más o menos. Y con la digitalización que estamos viviendo se está volviendo una compañía más atractiva para perfiles de 25 a 30 años que con su celular puedan vender los productos. El reto es lograr una gestión de cambio con nuestras directoras que llevan años en el negocio. Por eso hemos hecho una colaboración con Laboratoria (de Mariana Costa) para que nos ayude en la gestión.
-¿En qué consiste ese trabajo con Laboratoria?
En las comunicaciones: cómo dar capacitaciones hacia las fuerzas de ventas, cómo desarrollar las dinámicas, qué tipo de información y cuándo.
-Sin embargo, un producto de belleza en este tiempo podría no ser prioritario. Muchos están pensando más en la alimentación y la salud. ¿Cómo se adaptan a ello?
Es normal que las ventas de productos de belleza caigan. Pero también tenemos productos para cuidado personal; estamos viendo para ampliar nuestra línea en temas de higiene. Incluso, vamos a lanzar una línea antibacterial. Ahora, igual a la gente le gusta verse bien, sentirse bien.
-¿Por qué son importantes los productos de belleza?
Siempre es importante sentirse bien. Es un tema de autoestima. Me salen granitos y no quiero verme así cuando salgo a la calle. Incluso al quedarse en casa: tengo la piel seca y me gusta echarme alguna crema cuando salgo de la ducha. También usar algún perfume que tiene efectos en tu estado de ánimo.
-¿Cómo definir la belleza?
Es sentirse bien consigo misma.
-¿Cuál es el rol de la empresa en medio de esta pandemia?
Hemos apoyado en Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia con donaciones de jabones líquidos, bloqueadores para los policías. También dimos un bono comercial extraordinario a nuestras directoras para que puedan mantener cierto porcentaje de sus ingresos. Tampoco cobramos gastos ni intereses a las deudas de nuestras consultoras. Y ahora nuestro enfoque es apoyar el emprendimiento con charlas semanales con universidades.
-¿El empoderamiento de la mujer sigue siendo un rol de Yanbal?
Yanbal sigue empoderando a la mujer. Pero antes no se podían incorporar hombres a la empresa. Entonces, queremos que los hombres encuentren una opción de negocio en Yanbal. Un 10% de nuestra fuerza de ventas son hombres. Pero seguimos velando porque la mujer se sienta independiente y segura.
-¿Hay claves para el éxito?
Sí. La pasión. La obsesión por la calidad, que nace desde Fernando (Belmont). Y la innovación: tenemos una fábrica en Francia que se dedica a investigar materias primas de la Amazonía y Andes para incluirlos en nuestros productos.
-¿Ser parte de una de las familias con más dinero en el Perú e incluso del mundo cuánto pesa en ti?
No es algo que siento en la frente ni que influencia en mis amistades. No es algo que debería importar en los valores de una persona. Sí es una gran responsabilidad saber todo el legado y trabajo que se ha hecho con Yanbal y la responsabilidad de poder sacarlo adelante cuando llegue el momento, igual que lo han hecho mi abuelo y mi mamá.
AUTOFICHA:
- “Soy Daniela Aguirre. Tengo 26 años y nací en Lima. Acabé el colegio en el Perú y me fui a Estados Unidos. Estudié Business en Washington, enfocado en Finanzas y Marketing. Acabé y me quedé seis meses en Nueva York haciendo un curso de desarrollo web”.
- “Desde enero de 2018 empecé a trabajar en Yanbal. Siempre supimos que iba a trabajar en Yanbal. Estoy feliz, es una buena experiencia. Como sueño, eventualmente también me gustaría, de repente, trabajar en otro país, pero dentro de la corporación”.
- “Actualmente, veo las comunicaciones de la marca y las relaciones públicas. Antes estuve en el área digital, luego vi un proyecto de consultoras en Colombia y al inicio de la pandemia tomé el puesto de líder de la marca: el rol es un poco comunicar el negocio como uno moderno y atractivo para los jóvenes”.
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