La pandemia llegó a cambiarlo todo. Las necesidades, la forma de trabajar, de consumir y también las preferencias sobre dónde comprar, priorizando, más que antes, la bioseguridad.
Es así que los supermercados han venido ganando terreno a las bodegas, canalizando en mayor medida las menores ventas que viene registrando este canal tradicional desde mediados de marzo pasado.
Según Jesús Lock, gerente general de Lock & Asociados, los autoservicios en los primeros ocho meses del 2020 lograron crecer 14%, y entre marzo y agosto 17%, aproximadamente.
El grupo Intercorp con Plaza Vea, Vivanda, Economax y Mass tuvo una expansión de 19.5% hasta agosto. Mientras que Falabella con Tottus y Cencosud (Wong y Metro) registraron en el segundo trimestre una tasa de crecimiento de 20% y 13.4%, respectivamente, detalla Alberto Barnechea, gerente general de la consultora Clase Retail SAC.
Las tradicionales tiendas de barrio, por el contrario, frenaron con el aislamiento social obligatorio. Desde entonces la recuperación ha sido lenta, asegura Andrés Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú.
Este canal acumula a agosto una caída de 20%."Si bien las ventas tras la cuarentena han mejorado, estas aún no logran volver a la normalidad, registrando ingresos 30% por debajo de los niveles prepandemia", sostiene, refiriéndose a que las ventas están al 70%.
Razones de peso
Barnechea explica que la falta de abastecimiento es uno de los factores que, inicialmente, habría jugado en contra de las bodegas, ya que las principales marcas de consumo masivo (que concentran el 80% de las ventas de este comercio minorista) priorizaron, sobre todo, el abastecimiento al canal moderno.
“Hace poco hicimos una investigación y esta arrojó que el 63% de las bodegas van a comprar a los mercados de abastos mayoristas y que ahora por la coyuntura hasta han optado por abastecerse de mercados más cercanos, lo cual les genera menos ganancias porque compran a precios más altos que el mayorista”, indica.
Los supermercados, además, tienen una vitrina de salida más que las bodegas que es el ‘e-commerce’, lo que contribuye a captar la compra de los consumidores por su oferta de productos de tecnología y electrodomésticos, ropa, sobre todo, categoría que ha impulsado en gran medida este sector, refiere Jesús Lock.
“Pese a la expansión tampoco hay una sensación de triunfalismo entre las marcas porque la actual coyuntura, los mayores gastos, las restricciones y el temor que aún existe ante el virus”, acota.
Pero las bodegas no solo vienen cediendo espacio a los supermercados, Andrés Choy señala que la crisis sanitaria ha desencadenado una mayor competencia en la venta de abarrotes en general.
“En los últimos meses hemos observado a restaurantes, cafeterías, panaderías y discotecas cambiando al giro de minimarkets; a empresas de consumo masivo llegando de manera directa al consumidor y a emprendedores que han incursionado a través de canales digitales en la venta de perecibles y no perecibles”, puntualiza.
Tenga en cuenta
-Hasta agosto, las ventas de los electrodomésticos, tecnología, prendas de vestir, etc. registraron un incremento de 20%; mientras que los abarrotes 13% y perecibles 10%.
-La Asociación de Bodegueros estima que hay alrededor de 500 mil bodegas en el país (160 mil en Lima), pero este número repuntaría tras la pandemia.