En medio de una fuerte inestabilidad financiera, el Gobierno argentino solicitó al FMI un fondo de rescate el 8 del mes pasado.
Cabe mencionar que el peso argentino lleva depreciándose casi un 25% en el último mes y las pérdidas de reservas habían llegado a US$6.500 millones.
Respecto a la nueva deuda con el FMI, el ministro de Hacienda declaró que "Lo que hemos logrado con el apoyo de la comunidad internacional es evitar una crisis y poder continuar con el proceso de crecimiento".
No es de extrañar que el organismo internacional estableciera ciertas condiciones antes de aceptar el desembolso de una cantidad equivalente a casi el 10% del PBI argentino.
Una medida es el compromiso del presidente del país latino, Mauricio Macri, al 2021 de eliminar el déficit fiscal por completo.
La política de austeridad proyecta un déficit primario del 2,7% del PBI para este año, del 1,3% en 2019, un equilibrio fiscal en 2020 para pasar a un superávit del 0,5% en 2021.
Dicho ajuste implica una reducción del déficit en US$19.300 millones durante el 2018-2021.
El préstamo se desembolsará en tres años y los primeros US$15.000 millones se entregarán el 20 de junio.