Para ese entonces, Lionel Messi ya le había dado inicio a la racha ganadora del Inter Miami. El argentino llegó al equipo en julio, y su traspaso significó un acuerdo sin precedentes en el mundo del fútbol. El ‘10' revolucionó y catapultó la liga, atrayendo miradas (y capitales) de todo el mundo, a cambio de no solo un multimillonario salario, sino también de porcentajes de las ganancias de derechos de transmisión y de ventas del club, junto con la posibilidad de adquirir una franquicia en el futuro. La ‘Pulga’ sumó este año, además, su octavo Balón de Oro; sencillamente, el mejor de todos.