En el año 1700, varios peruanos de la época no tenían esperanza de ser salvados y eran llevados al Refugio de los Incurables, donde eran prácticamente entregados a la muerte. Sufrían enfermedades neurológicas que no podían ser tratadas en esa época. En este mismo lugar de Barrios Altos, actualmente, funciona el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, donde miles de ciudadanos de todo el país son atendidos y curados. Y también está el Museo de Neuropatología, que estudia el cerebro y las múltiples enfermedades que lo afectan; además exhibe cientos de órganos humanos.

ENTRE CEREBROS
El recorrido por el también llamado Museo del Cerebro empieza en la Sala de Neuroanatomía, donde se presentan órganos sin ningún mal. Entre los estantes, llama la atención una cabeza de un anciano partida por la mitad, en donde se observa al detalle el cerebro dentro del cráneo, la médula espinal, las meninges y los huesos.

En la siguiente sala encontramos fetos con malformaciones congénitas: anencefalia (cerebro sin desarrollar y cráneo incompleto), hidrocefalia (líquido acumulado en las cavidades del cerebro) y cebocefalia (un solo glóbulo ocular y una fosa nasal).

“(Estos casos) no se dan por temas hereditarios. Pueden estar asociados a radiación, enfermedades de la madre, alcoholismo, drogas y otros”, nos explica la doctora Diana Rivas, directora del museo.

Diana Rivas es la directora del Museo de Neuropatología del  Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (Diana Chávez/Perú21).
Diana Rivas es la directora del Museo de Neuropatología del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (Diana Chávez/Perú21).

En otro ambiente se muestran cómo los cerebros son afectados por la tuberculosis, cisticercosis, cánceres, alzhéimer, etc. El área está dividida en males infecciosos, tumores y degenerativos.

Finalmente, está la cerebroteca, que reúne a cientos de cerebros, catalogados según sus enfermedades para ser estudiados por expertos.

El cerebro es uno de los órganos más fascinantes del cuerpo humano. Y este museo es un lugar sorprendente. Dos razones poderosas para no dejar de ir, todo bajo la vista del cerro San Cristóbal.

Datos:
- Visite el museo en jirón Áncash 1721, en Barrios Altos. De lunes a sábado, de 7 a.m. a 1 p.m. Entrada general S/5, estudiantes de colegios públicos S/2, privados S/3, universidades nacionales S/2 y privadas S/3.
- Se exhiben más de 300 cerebros en sus salas.