Luis Nieto Degregori, escritor cusqueño formado en Moscú.
Luis Nieto Degregori, escritor cusqueño formado en Moscú.

Fue un encuentro tardío con Felipe Guaman Poma de Ayala. Partió a los 17 años a Moscú. Estudió 6 años y dos más en Madrid. Volvió para trabajar en la Universidad San Cristóbal de , en la agitada década del 80. Y cree que ahí, quizás, escuchó por primera vez el nombre del cronista.

Sobre los 67 años de edad, Luis Nieto Degregori narra en una novela las aspiraciones y frustraciones que aparecen en el largo camino que emprende Guaman Poma para hacer realidad su Nueva corónica y buen gobierno, entre los siglos XVI y XVII, en medio del deseo de que su obra sea impresa tras recibir la venia del rey de . Y lo hace entre dos extremos: Muchas veces dudé (Peisa) transita por los delicados abismos de la historia y la ficción.

Es escéptico del futuro. Pero escribe un libro sobre el Valle Sagrado, bocetea ensayos de sexualidad en el Perú y tiene en mente una obra de teatro inspirada en su estancia en .

Por lo pronto, vive en , donde nació. Muy cerca de San Blas. “A un pasito”, me dice para medir las tres cuadras que lo separan del mercado del entrañable barrio cusqueño.

MIRA: Wendy Ramos: “Siempre estamos en el peor momento, hay que defender la alegría”

-¿Cómo era el joven que partió a Moscú?

Tenía claro que quería estudiar Literatura, y a esa edad me atraían varios escritores rusos, había leído Crimen y castigo de Dostoievski, La madre de Gorki y para mí era apasionante la idea de ir a Moscú. Y cuando llegué allá, fue un descubrimiento muy grato. Me enseñaron un año de idioma ruso y después fueron cinco años de inmersión en la cultura rusa, la literatura y el teatro principalmente.

-Llegó a una Rusia previa a Gorbachov.

Estudié allá del 72 al 78, y es la etapa que luego se conoció como el estancamiento, donde ya se estaba gestando la profunda crisis que condujo, con la Perestroika de Gorbachov, a la disolución de la Unión Soviética. Pero en esa época no te imaginabas que eso iba a pasar.

-¿Por qué volvió al Perú?

Regresé al Perú el 80. Primero trabajé en Lima, en una librería que había en Colmena, El Caballo Rojo, que tomó prestado el nombre del suplemento famoso que dirigía Antonio Cisneros. Y trabajando en esa librería me encontré con un amigo que me contó que estaba de jefe del Departamento de Lengua y Literatura en la Universidad San Cristóbal de Huamanga y me invitó a presentar mis papeles, y me salió ese trabajo. Tenía antecedentes de lo que estaba ocurriendo, porque un primo mío y antropólogo reconocido y especialista en Sendero Luminoso, Carlos Iván Degregori, había trabajado antes en la Universidad de Huamanga. Pero decidí arriesgar y viajar.

-¿Pero por qué no se quedó en Europa?

Tenía la propuesta de estudiar la maestría en Rusia. De hecho, estando en Huamanga me volvieron a insistir, hasta me mandaron el pasaje para viajar a Moscú. Ahí enfrenté una disyuntiva, creo que la única tan fuerte en toda mi vida. Regresar a Moscú implicaba tres años de maestría, otros tres de doctorado y yo ya tenía una pareja. Fue una decisión muy, muy difícil; rechacé la beca, perdí el pasaje y me quedé en Huamanga, haciendo ya mis pininos de escritor. Creo que la elección fue acertada. A los pocos años publiqué mi primer libro.

Entre la historia y la novela.
Entre la historia y la novela.

-¿Usted se ve reflejado en la figura de Guaman Poma?

El título de la novela es triplemente referencial. Hace referencia a las dudas del cronista sobre la capacidad para llevar a buen puerto la empresa que ha emprendido, hace referencia a la carta dirigida al rey de España y hace referencia también a mis propias dudas de si estoy en la capacidad de abordar un personaje tan complejo e importante.

-Pero el Guaman Poma de la novela duda a lo largo de su vida.

Es un personaje que está en duda permanente sobre su capacidad, pero que va evolucionando. A medida que avanza no solo quiere ser un cronista que cuenta el pasado prehispánico sino también quiere ser una persona que denuncia cómo es la situación de los indios, los abusos que sufren y, además, propone cómo mejorar el gobierno de las indias, un atrevimiento para la época.

-También una ingenuidad.

También, por supuesto. Pensar que el rey de España le hará caso a prácticamente un desconocido es una ingenuidad. Pero pienso que, finalmente, Guaman Poma debe haber sido así: alguien que cree que puede lograr un cambio.

MIRA: Gavin Cook, embajador británico: “Soy un fanático del potencial del Perú, su historia es única”

-¿De dónde parte para tratar de esbozar un personaje cercano a la verdad?

Empecé la investigación centrándome en numerosísimos trabajos que hay sobre Guaman Poma, desde los biográficos, por ejemplo Rolena Adorno, una de las principales especialistas en el cronista; luego traté de enfocarme en artículos que investigan la visión de la historia que tiene Guaman Poma; y en textos que muestran diversos aspectos de su rica crónica. Pero después de varios años de estar investigando me di cuenta de que no avanzaba. Entonces, cambié de estrategia, me centré más en leer y releer la propia crónica de Guaman Poma, buscando huellas de su biografía, de su carácter, de sus dudas, de cómo evoluciona a lo largo de las mil páginas que va escribiendo, y creo que recién ahí empezó a nacer una idea clara del personaje que quería construir.

-¿Por qué escribir sobre Guaman Poma hoy?

Nuestra sociedad está profundamente fracturada. Beber de Guaman Poma nos puede ayudar a curar estas fracturas. La vigencia de Guaman Poma es enorme todavía.

-¿Los peruanos cuánto sabemos de Guaman Poma?

En el mundo académico, Nueva corónica y buen gobierno se ha vuelto objeto de estudio en todas las disciplinas de las ciencias sociales, pero en la cultura general del peruano creo que se conoce muy poco de Guaman Poma, y me parece que esta novela puede ser un granito de arena para que más peruanos se familiaricen con el personaje.

MIRA: Eduardo Tokeshi: “Uno escribe y pinta para que lo quieran, para estar menos solo”

-¿Guaman Poma es un retrato de lo que somos los peruanos?

Yo creo que sí. Cuando uno lee Nueva corónica..., desde el punto de vista de la persona que lo está escribiendo, se encuentra con un personaje muy complejo. Siento que él se empieza a construir como personaje a medida que escribe. Para ganar legitimidad se empieza a rodear de títulos de nobleza, de antepasados importantísimos; por otro lado, es un personaje que está lleno de odio hacia los mestizos, siempre los denigra, pero también es muy crítico con las mujeres indígenas. Uno descubre una persona que sufre mucho, que está muy conflictuada, que quiere encontrar una razón de ser a su existencia.

-¿Cómo somos los peruanos hoy?

Lamentablemente, la mayoría de los peruanos tenemos un enorme complejo de inferioridad, que se debe a ese abismo que marca nuestra sociedad. Los peruanos no nos reconocemos en lo que somos. Creo que el personaje de Guaman Poma nos puede ayudar a aceptarnos como realmente somos.

-¿En qué momento de su vida y obra llega este libro?

Curiosamente, es como una culminación de muchas décadas de trabajo de escritor. No soy de las personas que quieran vivir mucho tiempo y creo que ya estoy cumpliendo mi ciclo, y Muchas veces dudé es buen punto casi final para mi trabajo.

-¿Por qué lo dice?

Vivimos una crisis de civilización muy dura, tal vez terminal.

-Usted se siente casi como su personaje.

Exactamente. Cuando veía cómo su mundo estaba siendo arrasado por un nuevo orden.

Luis Nieto Degregori, escritor cusqueño formado en Moscú.
Luis Nieto Degregori, escritor cusqueño formado en Moscú.

-Pero estar en Cusco y escribir puede ser un privilegio.

Es un privilegio porque es una ciudad con un enorme peso simbólico, pero es también un desafío incluso a la misma sociedad regional; lamentablemente, la cusqueña es una sociedad muy chauvinista, que idealiza mucho el pasado incaico, que idealiza mucho la figura del Inca Garcilaso de la Vega y que por lo mismo a veces no ve más allá de lo que ocurre en el Cusco.

-¿Siente el degaste del tiempo?

Siento el desgaste del tiempo. El escritor necesita alimentarse no solo de información sino también del contacto humano, y una sociedad como la cusqueña no te permite eso, somo pocos los que nos dedicamos al arte y la cultura en el Cusco, a veces ya nos cansamos de mirarnos a la cara.

-¿Qué le falta hacer?

Estar en paz conmigo mismo y tratar de seguir aportando en lo que pueda en esta gran tarea de construir un proyecto de nación desde mi reflexión.

AUTOFICHA:

- “Soy Luis Carlos Nieto Degregori. Nací en Cusco, tengo 67 años. En Rusia estudié Literatura y Lingüística. En literatura debo haber publicado unos 15 libros, pero también trabajo ensayos, libros por encargo; estoy haciendo un libro para Caja Cusco sobre el Valle Sagrado”.

- “En la pandemia, decidí investigar el tema de la sexualidad en el Perú desde tiempos muy remotos hasta el día de hoy, y quiero trabajar eso a manera de ensayo, capítulos que aborden el sexo a la peruana. Calculo que me faltan unos meses para terminar un primer borrador”.

- “He vuelto a Rusia varias veces y quiero hacer una obra de teatro sobre mi experiencia en Rusia. La Unión Soviética era una sociedad donde el peso de lo ideológico era fuerte, el Partido Comunista prácticamente manejaba toda la sociedad. Tal vez sea el momento de escribir algo sobre esa experiencia”.

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

Sandro Marcone

TE PUEDE INTERESAR