(Hugo Pérez/GEC)
(Hugo Pérez/GEC)

Hablar de la profesión y el trabajo que está desarrollando el doctor Julio Valdivia Silva es como meterse en una película de Stanley Kubrick, Christopher Nolan o George Lucas, pero sin que sea ficción. Él es un médico espacial, experto en Astrobiología, líder de un proyecto científico desarrollado con la NASA y el Centro Internacional de la Papa para sembrar papas peruanas en Marte. Es decir, Julio también es una suerte de campesino espacial.

Con su investigación, ha logrado identificar cuatro variedades de papa que podrían prosperar en suelo marciano ante una eventual migración de los humanos hacia el planeta rojo. Si bien aún hay muchos aspectos que resolver para un escenario de este tipo, mientras tanto, los hallazgos de sus estudios se están usando para sembrar papas en climas extremos de la India y China, con lo cual, hay una extraordinaria contribución ante la crisis alimentaria que sufren varias partes del mundo debido al cambio climático y la desertificación que nos acecha cada vez más como humanidad.

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-¿Qué se estudia para convertirse en un médico espacial?

Yo soy médico cirujano, me dediqué a la investigación e hice un doctorado en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, allá también trabajé en el Instituto de Investigaciones Biomédicas. Luego hice mis posdoctorados en Estados Unidos en un área que se llama Astrobiología.


-¿Qué investiga esa área?

Lo que busca es determinar la supervivencia de organismos vivos o la Biología en el espacio. Es bastante importante para una agencia espacial. Terminé mis posdoctorados en el NASA Ames Research Center, en la base de California, Estados Unidos. Así es como empiezo a trabajar con ingenieros y a evaluar el tema de la medicina espacial.


-¿Cómo fue su acercamiento a esta especialidad?

En México me llamó la atención la Astrobiología y llevé un curso de supervivencia en el espacio. Me interesé porque el futuro de la humanidad está en tener una colonia fuera del planeta, Marte es uno de los lugares adonde probablemente vayamos para sobrevivir.


-¿Cuando era un escolar ya tenía el sueño de trabajar con ciencias espaciales?

Hubo un momento en mi vida que me gustaba la física nuclear (ríe), que no tiene nada que ver. Cuando salí del colegio, en Cusco, ya me gustaba la Medicina, quería investigar. Eran los años 97 o 98, cuando hubo picos de la enfermedad del VIH Sida y eso era bastante desde el punto de vista biológico. Con el tiempo fui profundizando en otros temas. Lo importante es interesarse en temas específicos, algo diferencial y alimentar lo que a uno le gusta, no esperar a salir de la universidad.


-¿En qué consiste su investigación sobre las papas en Marte?

Fue en el año 2017, con una serie de experimentos cuyo objetivo más importante, en un inicio, era tener cultivos de algún vegetal que pueda resistir a ambientes extremos, debido a que desde hace muchos años se habla del calentamiento global y la desertificación en el planeta. Este es un tema bastante fuerte porque estamos viendo que los desiertos están creciendo, lugares como China e India están sufriendo procesos donde los suelos se hacen cada vez más infértiles.

"Ahora trabajo en la  UTEC, en la dirección del departamento de Bioingeniería”. (Hugo Pérez/GEC)
"Ahora trabajo en la UTEC, en la dirección del departamento de Bioingeniería”. (Hugo Pérez/GEC)

-¿Ya trabajaba con la NASA?

En ese momento la NASA se acopló a la investigación con una visión más grande. ¿Qué ambiente más inhóspito y extremo que Marte? Para eso, junto con el Centro Internacional de la Papa y la NASA se construyó un biorreactor (sistema con condiciones ambientales controladas).


¿Por qué escogieron la papa?

En el Perú hay más de cuatro mil variedades de papa. Los investigadores del Centro Internacional de la Papa identificaron más de 60 variedades que podíamos evaluar, de las cuales cuatro resistían a sobrevivir con poca agua, alturas, heladas. El suelo de Marte está congelado, hay agua líquida muy salada en ciertas épocas del año. Lo que encontramos fueron cuatro maravillosas papas que pueden crecer en ese escenario.


-¿En dónde se encuentran esas papas?

Dos de ellas están creciendo actualmente en dos zonas donde sabíamos que ya no crecía nada: el sur de China y Bangladesh, en India. Están ayudando a la alimentación mundial y esa, considero, ha sido una de las contribuciones más importantes.


-¿Los primeros ensayos fueron en el desierto de La Joya, en Arequipa?

Con suelo de La Joya. Lo ideal sería llevar una plantación al desierto, pero para eso necesitamos fondos económicos. Hay muchos problemas que debemos resolver si queremos hacerlas crecer en Marte.


-¿Cuáles son esas cuatro variedades de papa?

Tienen números, por ejemplo, CIP 392797.22. Solo hay una variedad que tiene nombre, es la variedad de papa Tacna. No son muy comercializadas, son papas peruanas nativas.


-En suma, ¿qué hallazgos considera los más importantes de su investigación?

Si bien nuestro objetivo es mandar a Marte una misión robótica con una bandera llamada La Papa, hay una serie de aspectos importantes en el camino de esta investigación. Por ejemplo, primero, trabajamos con suelos muy salinos y hasta tóxicos, para ello se ha hecho uso de una serie de nanotecnología para mejorarlos con hidrogeles. Segundo, el uso de la tecnología para mejorar las papas, que es una técnica incaica practicada en los laboratorios de Cusco en forma de espiral en Moray. También estamos trabajando con biotecnología para darle un escalamiento a esta investigación que ayude a mucha más gente para la mejora del alimento, que haya procesos estandarizados como lo que pasa con la soya en Brasil. El objetivo común es ayudar a mejorar la alimentación del planeta no solo con la papa, sino con otros vegetales.


AUTOFICHA

-“Soy Julio Ernesto Valdivia Silva, nací en la ciudad de Cusco, pero también soy 50% arequipeño porque toda mi familia es de allá. Estudié en el Colegio Salesiano de Cusco y cuando terminé me fui a Arequipa a la Universidad de San Agustín porque quería estudiar Medicina”.


- “Regresé al Perú en 2015, por un programa de repatriación de investigadores de Innovate Perú. Llegué por un proyecto que tenía que ver con un satélite que estaban construyendo con los rusos. Ahora trabajo en la UTEC, en la dirección del departamento de Bioingeniería”.


- “Uno de mis maestros fue Rafael Navarro González, que trabajaba –y digo trabajaba porque falleció de COVID-19– en la UNAM. Es tan conocido que la NASA ha nombrado uno de los montes en Marte con su nombre, porque es uno de los pioneros latinoamericanos en la Astrobiología”.


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