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Inquisiciones tecnológicas: Francesco Mariotti y Cubo luminoso
Cnversamos con el artista peruano-suizo a raíz de los 50 años de 'Cubo luminoso', obra pionera del arte electrónico.
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A los 13 años, Francesco Mariotti (Berna, 1943) exploraba la selva de Tingo María y disparó su escopeta de perdigones contra una pequeña ave de colores, la cual se desintegró en mil partículas. Ello, además de culpa, instaló en él temor y respeto hacia la tecnología, ambivalencia con la que se ha acercado al material industrial. La semana pasada fue homenajeado por los 50 años de 'Cubo luminoso', obra pionera del arte electrónico.
En colaboración con Klaus Geldmacher instaló su creación más representativa, que exhibió en el festival de arte contemporáneo más importante del mundo, el Documenta, en Kassel (Alemania). 'Cubo Luminoso-Proyecto Geldmacher-Mariotti' es una desafiante estructura metálica con 9,000 focos, 100 fluorescentes y varios altavoces. Experiencia inmersiva que une lo visual y lo acústico, que se convirtió en una de las mayores atracciones del evento.
En esa época buscaba lo participativo, que la obra de arte pueda habitarse. La influyente instalación no solo era visitada, sino que despertó y albergó en su espacio discusiones sobre progreso social. Impulsó un concepto distinto de lo bello.
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Otro hito de su arte es 'Gran guacamayo precolombino' (1992), montado para el quinto centenario del descubrimiento de América. Una escultura de tres metros de alto, de color amarillo, verde, rojo y azul con sensores y computadoras, que recitaba mensajes en 12 idiomas precolombinos. Una de sus frases: “No entiendo tu idioma”.
UTOPÍA DE LUZ
Actualmente, Mariotti sigue creando entornos multisensoriales, pero trabaja con luz ultravioleta, al borde del espectro visible. Usa la luz como mensaje de esperanza y se inspira en las luciérnagas, cuyo entorno representa una utopía: “Ahí el mundo está intacto: sin contaminación química ni lumínica”.
Actualmente, Mariotti sigue creando entornos multisensoriales, pero trabaja con luz ultravioleta, al borde del espectro visible. Usa la luz como mensaje de esperanza y se inspira en las luciérnagas, cuyo entorno representa una utopía: “Ahí el mundo está intacto: sin contaminación química ni lumínica”.
El ser humano tiene un instinto tecnológico, indica, y el arte debe reflexionar sobre las invenciones. Así, sus últimos trabajos denuncian la destrucción de ecosistemas y proponen entornos en los que conviven elementos naturales y artificiales.
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Ligado al reciclaje, evaluó también el legado de lo que fue EPS Huayco, colectivo de artistas jóvenes que cuestionaba parámetros de lo bello e investigaba gustos populares. Una de sus obras: 'Sarita Colonia', pintura del ícono sobre 12,000 tarros de leche vacíos, que se instaló en un cerro de la Panamericana.
“Nunca lo pensamos”, dice Mariotti y recuerda que el público comenzó a peregrinar al lugar de la pintura, a dejar ofrendas y pedir milagros. “Se devolvió lo religioso al arte”, reflexiona.
DATOS:
- Mariotti fue homenajeado el 11 de abril por la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes, como parte de las celebraciones por su centenario.
- Mariotti fue homenajeado el 11 de abril por la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes, como parte de las celebraciones por su centenario.
- Le entregaron el Premio Pioneer Leonardo, que reconoce los 50 años del influyente Cubo luminoso.
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