(Roberto Cáceres)
(Roberto Cáceres)

Redacción PERÚ21

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Cuando Renzo Cordiglia (25) logra anotar un gol, lo hace sentado. Es un ex gamer que se inició como jugador profesional a los 13 años con Winning Eleven, entrenando y practicando a menudo. Hoy, aunque sigue siendo un jugador de Pro Evolution Soccer genial, dedica la mayoría de su tiempo a la organización de torneos de este popular videojuego. Es el administrador de la liga peruana de Pro Evolution Soccer en Perú. Se trata de la comunidad más grande de gamers del país y esto hace que la competitividad en los torneos sea una de las más fuertes entre los fanáticos de los juegos de consola.

Este abogado de carrera ha dejado de lado su profesión para dedicarse a su pasión, el fútbol desde un joystick. Sus padres lo apoyaron siempre con la condición de que cumpliera con sus estudios en el colegio y luego en la universidad. Cuando el joven gamer identificó que en los juegos de fútbol había competencia, decidió que esa sería su especialidad. Le atraía la gran cantidad de personas que jugaban PES y, sobre todo, los premios: televisores LED, consolas de Play Station, dinero en efectivo, entre otras cosas.

Al primer torneo en el que participó Cordiglia se presentó creyendo que era un crack de 13 años que podía ganarle al más experimentado que se le presentara. Le fue muy mal. Fue un golpe muy duro para él, pero descubrió que el nivel era más alto de lo que él alguna vez imaginó. "Cuando fui a inscribirme a mi primer torneo, le dije al organizador que iba a ganar. Él solo se rió". Eso lo hizo entrenar aún más.

FÚTBOL DE VERDADNo jugaba ni juega fútbol, aquel en el que se patea una pelota sin mandos ni joystick de por medio. "Jugaba fútbol en el colegio, pero no era bueno. Más que jugarlo, me gustaba verlo, pero me gustaba competir", dice Cordiglia.

A él le gustaba ver fútbol, analizarlo, estudiar los movimientos. Tanto es así que, además de sus estudios de Derecho, ingresó a estudiar la carrera de director técnico de fútbol en La Videna.

En el 2012 tuvo que retirarse por su carrera como abogado, pero piensa retomarlo. Su sueño es seguir jugando y organizando torneos y, si se trata de soñar aún más, quisiera trabajar en la empresa fabricante de juegos de video Konami, en el área legal, como buen abogado y gamer que es.

Por Christian Saurré (christian.saurre@peru21.com)

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