Al comienzo, la curvatura y el formato ultrapanorámico de la pantalla (21:9) puede darte la impresión de que distorsionan un poco las imágenes. Pero conforme pasas más tiempo frente a este monitor, percibirás que estas características te ayudan a no perderte ningún detalle del juego. Es más, ayudan a sumergirte en el mismo, tal como lo hemos comprobado durante las semanas que lo tuvimos a prueba.
Destacan su panel IPS y la alta definición de las imágenes, apoyada por sus colores brillantes. Esperábamos que fuera un poco más delgado, pero la cantidad de conexiones –como los 2 HDMI, los 2 USB, la salida de audio, el display port, la line out y la entrada de cable de energía– lo justifican.
En la parte inferior hay un botón de selección, que te permite acceder al menú de la pantalla. El soporte de la pantalla es ajustable y regulable, aunque hubiera sido interesante que sea giratorio, sobre todo para juegos de carreras de autos o RPG.
Los juegos FPS pueden sacarle gran ventaja, pues es en estos en los que se busca precisión. Otro punto importante es que no tiene retraso de respuesta en el procesamiento de la imagen. Los colores son vistosos, y con la configuración adecuada se pueden mejorar más. Altamente recomendable.