"¡No lo hagas!": el susto que se llevaron unos niños que llegaron a un acuario para conocer el mundo marino. (Foto: Referencial / Pixabay)
"¡No lo hagas!": el susto que se llevaron unos niños que llegaron a un acuario para conocer el mundo marino. (Foto: Referencial / Pixabay)

Un grupo de niños que había acudido a un acuario para conocer de cerca el mundo marino acabó siendo testigo de una impactante escena. Frente a sus ojos, un tiburón martillo atacó violentamente a una raya.

Según el portal , el hecho fue captado en el Adventure Aquarium, ubicado en Nueva Jersey, Estados Unidos. En las imágenes, registradas por un testigo, se puede ver que, de forma repentina, el escualo tomó a su presa con sus poderosos colmillos, tomando por sorpresa a los presentes.

Algunos segundos después, el tiburón martillo logró arrancarle una parte del cuerpo a la raya, que poco pudo hacer para evitar el ataque. Finalmente, el animal queda gravemente herido, mientras sangra e intenta alejarse del depredador.

“Oh No”, “No hagas eso, eso es malo”, repetían los niños, quienes fueron testigos de una escena que posteriormente se viralizó en redes sociales con más de 4 millones de reproducciones.

Algunos internautas aseguraron que, en la naturaleza, la raya podría haber luchado contra el tiburón usando su aguijón, pero debido a que le quitaron el mismo en el acuario, solamente pudo aletear. Otros aseguraron que fue un error ubicar a ambos animales en un mismo lugar.

El misterio de la extraña cabeza del tiburón martillo

Según el medio abc de España, el motivo por el que los tiburones martillo tienen la cabeza de esa extraña forma, única en el mundo animal, ha sido objeto de discusión entre los científicos durante 200 años con opiniones divididas.

Un estudio de la Universidad de Florida Antlantic (EE.UU) confirmó que la cabeza en forma de “T” les brinda una extraordinaria visión de 360°. Los científicos resposables del estudio pensaban que la posición de los ojos permitía ampliar el campo de visión y aumentar la percepción de los escualos, pero no imaginaban que de forma tan sorprendente.

Al comparar a los tiburones martillo con otras especies de nariz puntiaguda, los investigadores descubrieron que los festoneados tenían el campo visual monocular más amplio hasta los 182 grados y que los “bonnethead” alcanzaban los 176 grados de campo visual, datos superiores a los del tiburón de nariz negra puntiaguda y el tiburón limón, con 172 grados y 159 grados respectivamente.


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