Alrededor de las 2 de la mañana del sábado 21 de noviembre, en un bloque de departamentos en Wollstonecraft, Sidney (Australia), un hombre grita despavorido. Los vecinos, atónitos, llamaron a la Policía denunciando que un hombre iba a matar a su mujer.
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Cuando la Polícia llegó al departamento, la situación no era cómo se la habían descrito, pues encontraron a un hombre con un bote de spray intentando matar a una araña gigante.
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No se trataba de una disputa doméstica. La anécdota circula por las redes y la propia Policía local explicó en Facebook lo que sucedió, con conversación incluida:
POLICÍA: ¿Dónde está su mujer?
HOMBRE: Eeeh… no estoy casado.
POLICÍA: ¿Y su novia?
HOMBRE: Eh… no, tampoco tengo novia.
POLICÍA: Hemos recibido el aviso de violencia doméstica y varios vecinos han escuchado los gritos de una mujer, ¿podría facilitarnos el trabajo?
HOMBRE: De verdad, no sé de qué me habla, yo vivo solo.
POLICÍA: Señor, las llamadas nos han informado claramente de que usted ha gritado que "iba a matarla" y han escuchado gritos y ruido de muebles zarandeándose y rompiéndose en este apartamento.
POLICÍA: Vamos, hombre, colabore. Díganos qué le ha hecho.
HOMBRE: Era una araña…
POLICÍA: ¿Perdone?
HOMBRE: Era una araña, ¡una araña gigante!
POLICÍA: Pero, ¿y qué hay de la mujer gritando?
HOMBRE: Sí, perdón, era yo. Es que odio las arañas.
En una próxima ocasión, el sujeto quizá podría intentar deshacerse de las arañas con un poco más de responsabilidad.