175 años de Siemens: ¿Cuáles son los inventos que transformaron el mundo?

“La labor de Siemens se enmarca en desarrollar tecnología con propósito. Este compromiso se evidencia a través de nuestra historia, enfocándonos en brindar soluciones innovadoras a los sectores públicos y privados con el fin de que adopten la transformación digital como motor para impulsar la transición a una economía neutral en carbono. Investigamos, inventamos y desarrollamos tecnologías que mejoren la vida y beneficien a las personas”, afirmó Roland Busch, CEO de Siemens AG.

Fundada en 1847, la compañía atribuye su nombre al inventor alemán Werner von Siemens, pionero de la electrotecnia y fundador de la empresa, quien revolucionó el mundo con la invención del telégrafo de aguja y el descubrimiento del principio dinámico- eléctrico. Hoy, 175 años después, Siemens comparte cuáles son los inventos que transformaron la sociedad y potenciaron la industria en todos los sectores.

En 1847, Werner von Siemens servía en la Comisión de Telegrafía del Ejército Prusiano cuando perfeccionó el telégrafo de puntero inventado por el inglés Charles Wheatstone, sincronizando eléctricamente el transmisor y el receptor, lo que convirtió al nuevo dispositivo en una mejora importante con respecto a las versiones anteriores. Un año más tarde, una joven empresa de telégrafos, la “Telegraphen-Bauanstalt von Siemens & Halske”, obtuvo su primer encargo: instalar lo que sería la línea de telégrafos más larga de Europa en su época, desde Berlín hasta Frankfurt. El resultado fue una temprana “línea directa” entre el rey de Prusia, en Berlín, y el primer parlamento alemán, en Frankfurt. Solo tomó una hora enviar un despacho entre las dos ciudades, lo que fue una sensación para su época.

La invención más importante de Werner von Siemens fue la máquina de dínamo, en la cual reconfiguró un magneto con una armadura de doble T. El voltaje eléctrico se generó cuando un cable se movió dentro de un campo magnético. El principio ya estaba en uso en la primera generación de magnetos con imanes permanentes o electroimanes alimentados por batería, pero había un inconveniente: estas máquinas no podían generar mucha energía. Por lo tanto, en 1866, Siemens encontró una solución pionera. Un circuito adecuadamente diseñado permitió que la máquina usara lo que se conoce en la industria eléctrica como “autoexcitación” para generar la electricidad que encendería a los electroimanes, descubriendo así el principio dinamoeléctrico e inventando la máquina de dínamo, generando energía eléctrica a una escala inaudita.

Desde que se inventó el motor eléctrico, los ingenieros intentaron adaptarlo al sector transporte. Dicho objetivo se volvió realidad en 1879, cuando Werner von Siemens presentó el primer ferrocarril eléctrico, diseñando un sistema que permitía suministrar electricidad a través de los rieles. Así, en 1881, llegó el primer tranvía del mundo, que entró en funcionamiento en el suburbio berlinés de Lichterfelde, y que empleó el sistema de Siemens para obtener energía eléctrica proporcionada por una máquina de dínamo. Este primer tranvía supuso un hito en la tecnología del transporte y dio comienzo al desarrollo triunfal de los ferrocarriles eléctricos, ya fueran tranvías, metros o trenes interurbanos de alta velocidad.

El Jet Propulsion Laboratory (JPL) NASA utilizó el software de Siemens de ciclo de vida del producto (PLM) en el Mars Rover “Curiosity”, diseñado para recorrer la superficie de Marte. La moderna tecnología de Siemens ayudó al equipo durante el proceso de desarrollo para diseñar, simular y ensamblar digitalmente el Rover previo a la construcción del prototipo físico. De esta manera, el software aseguró el correcto funcionamiento del vehículo, confirmando que todos los componentes encajaban entre sí y asegurando su funcionamiento en cualquier situación que surgiera durante la misión. La NASA continuó usando la tecnología de Siemens para el Rover Perseverance en la misión del 2020.

En 2016, Siemens presentó MindSphere, el primer sistema operativo abierto basado en la nube para IoT (Internet de las cosas) que mejoró el rendimiento de una planta mediante la recopilación y análisis de grandes volúmenes de datos de producción. Ya sea en la fabricación, la operación ferroviaria, la generación de energía o la gestión de edificios, MindSphere habilitó una amplia gama de aplicaciones para analizar todos los datos sin procesar generados por las plantas y los sistemas. Además, permitió que los constructores de máquinas y plantas puedan monitorear flotas en todo el mundo, con fines de servicio, lo que permitió a las empresas industriales reducir el tiempo de inactividad y, por lo tanto, ofrecer nuevos modelos de negocio.

Este año Siemens presentó Building X, una nueva suite de construcción inteligente que aborda las necesidades de los usuarios de edificios, inversores, empresas inmobiliarias y gestores de instalaciones para eliminar la complejidad de las operaciones, digitalizar los datos de la infraestructura, y contribuir a la implementación y uso de energías renovables para el funcionamiento de los edificios de red cero. Además, ofrece aplicaciones modulares habilitadas para la inteligencia artificial (IA), sistemas de ciberseguridad integradas y una interoperabilidad basada en la nube que facilita la colaboración de socios y clientes para mejorar las infraestructuras.

Los trenes de hidrógeno son una tecnología de propulsión respetuosa con el medio ambiente, ya que solo emiten vapor de agua y son libres de CO2. Así, gracias al proyecto H2goesRail, Siemens y la compañía ferroviaria Deustche Bahn se encuentran desarrollando trenes de hidrógeno en Alemania con el fin de impulsar el transporte sostenible. Conocido como Mireo Plus H, este nuevo sistema de transporte comenzará las pruebas en Baden-Württemberg en 2023 y, partir de 2024, se pondrá en marcha el servicio regular de pasajeros. En cuanto a velocidad, el Mireo Plus H tiene una autonomía de hasta 800 kilómetros, es tan potente como su contraparte eléctrica de unidades múltiples, y tiene 1,7 MW de potencia de tracción, lo que proporciona una aceleración de hasta 1,1 m/s2 y una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora.